SUCESOS

La jueza imputa a otros tres monitores por la muerte de una niña en la piscina de Ripoll

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La jueza que instruye el caso de la niña de cuatro años que el pasado 19 de mayo se ahogó en la piscina de Ripoll (Ripollès) mientras realizaba una clase de natación ha decidido ampliar a cinco el número de investigados, ya que, además del responsable de la instalación deportiva y de una monitora, ha imputado a otros tres monitores que estaban presentes en la piscina en el momento de los hechos. 

La jueza que instruye el caso ha aceptado finalmente la petición de los abogados de aplazar al 14 de junio las declaraciones previstas para hoy al haberse ampliado el número de investigados.

HOMICIDIO IMPRUDENTE

Inicialmente, los Mossos d'Esquadra acusaron de homicidio imprudente al responsable de la instalación deportiva y a una monitora, pero la jueza ha decidido imputar también a los otros tres monitores que se encontraban en la piscina el día de los hechos.

En consecuencia, los abogados han reclamado que se aplazasen las declaraciones previstas para hoy y han negociado con las diferentes partes la nueva fecha del 14 de junio. El objetivo es que, al haberse producido esa nueva situación en la causa, tengan tiempo para estudiarla antes de comparecer ante la juez.

Una portavoz judicial ha explicado, además, que el Ayuntamiento de Ripoll y la Escuela Pirineus de Campdevànol, a la que pertenecía la menor, están citados como posibles responsables civiles.

PADRES SEPARADOS

Los abogados de los padres, Carles Monguilod y José María Fuester-Fabra, que se han personado en el juzgado de Ripoll para asistir a las declaraciones que finalmente se han suspendido, han afirmado que, con el proceso judicial abierto, los progenitores quieren saber "qué pasó y no venganza".

Monguilod y Fuster-Fabra han explicado que defienden respectivamente al padre y a la madre de la víctima, que están separados legalmente, aunque "absolutamente unidos" en la causa.

"No habrá dos líneas de actuación en el juzgado", ha explicado Monguilod, para quien esta doble presencia de letrados responde a que son dos los perjudicados, "pero el interés es el mismo, que es saber qué ha pasado y por qué murió una niña que no tuvo que morir nunca".

"ALGO FALLÓ"

"Alguna cosa falló", ha indicado el abogado del padre. La pregunta ahora es "quién puede ser responsable de esta conducta que, en principio, parece claramente negligente".

José María Fuster-Fabra también ha insistido en esa voluntad de conocer qué sucedió el día de los hechos, porque "parece incomprensible" que la menor "se quedase descolgada del grupo y nadie se diese cuenta". 

La niña falleció cuando participaba en una clase de natación junto a otros 26 alumnos de la escuela pública Pirineu de Campdevàno (Ripollès). En el momento del suceso, se encontraban en el lugar cinco profesores y cuatro monitores con titulación de socorrismo. En el recinto había además dos personas de mantenimiento y varios usuarios. De hecho, algunos de ellos tenían formación médica y colaboraron en las maniobras de reanimación de la fallecida.

Cuando maestros y monitores ya recogían el material después del curso de natación, se dieron cuenta de que la pequeña no estaba en el grupo. Fue entonces cuando la vieron flotando en la piscina. La autopsia confirmó que la menor murió ahogada, con lo que se descarta que hubiese sufrido algún otro tipo de afectación en el agua.