PROCESO POR LA MUERTE VIOLENTA DE UN EMPRESARIO EN EL RAVAL

Los mossos alegan que redujeron a Benítez como marca el protocolo

MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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Cuatro de los ocho mossos que irán a juicio por la muerte de Juan Andrés Benítez tras ser reducido con violencia por un grupo de agentes alegan en su escrito de defensa que la noche del 5 de octubre del año pasado, en el Raval de Barcelona, se limitaron a acudir a la llamada de un hombre al que, ante su «extrema agresividad y violencia», tuvieron que reducir con contundencia, pero siguiendo los protocolos que en su día aprendieron en la escuela de policía.

El escrito, de 104 folios, que ayer fue presentado por el abogado José María Fuster Fabra, subraya los diferentes altercados violentos que protagonizó el hombre en las 48 horas previas a su muerte. Según la defensa de los policías, esto pone en evidencia que Benítez estaba en un estado de «exaltación total» y de «pérdida de la noción casi completa de la realidad».

«DESTENSAR LA MUSCULATURA»

El escrito detalla la actuación de cada mosso durante la violenta reducción. Y sostiene que la maniobra policial fue correcta y reitera la versión de los agentes de que los golpes propinados a Benítez solo pretendían «destensarle la musculatura» para poder reducirlo.

Esta tesis difiere radicalmente de la expuesta hace un mes por la fiscala Elena Contreras Galindo, quien solicita 11 años de prisión para seis mossos, a los que acusa de homicidio por imprudencia grave y atentado contra la integridad moral. Aunque entiende que los mossos «no tenían intención directa» de matar al empresario, la acusación pública destaca que la violencia que emplearon fue «excesiva y desproporcionada» y que eran «conscientes» de que «colocaron a la víctima en una situación de riesgo y peligro que podía desembocar en su fallecimiento».

SITUACIÓN DE RIESGO

Pero a juicio de la defensa de los policías, fue el propio Benítez quien se colocó en una situación de riesgo tras dos días fuera de casa en los que reconoció en una llamada a la Guardia Urbana estar tomando «una droga que te hace perder la visión momentáneamente». El letrado reproduce el altercado que tuvo Benítez con una familia y las primeras declaraciones del marido, quien se peleó con el fallecido al ver que tenía a su mujer por el cuello. Para la defensa, esa pelea previa fue trascendental en el desenlace.

DOLO EVENTUAL

Según el letrado, ninguno de los mossos sabía que con su actuación podía acabar con la vida de Benítez. Por eso considera «desproporcionado» acusar de homicidio a los agentes. Y dedica varios folios a afirmar que asumir el dolo eventual en la actuación de los agentes de Ciutat Vella es considerar que los seis se habrían puesto de acuerdo previamente para actuar de una manera en la cual era previsible que Benítez muriera.

Según la fiscala, Benítez fue retenido y golpeado en el suelo por varios agentes durante 12 minutos. La paliza le provocó numerosas lesiones que detalla la autopsia. Esta determina que el empresario falleció por una conjunción de causas: los golpes recibidos, una dolencia cardiaca y el consumo de cocaína.