Los efectos del tijeretazo sanitario

Las listas de espera quirúrgicas han crecido el 45% con el recorte

Quirófano del Hospital Maternoinfantil de Vall d'Hebron.

Quirófano del Hospital Maternoinfantil de Vall d'Hebron.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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La carga fundamental de los recortes presupuestarios que la Generalitat impuso en el 2011 a los hospitales catalanes, prolongados en la misma proporción en el 2012, la soportan decenas de miles de personas que esperan cita para ser operadas de una enfermedad o lesión no urgentes diagnosticada hace muchos meses. La Conselleria de Salut mantiene en silencio la cifra de demoras con que cerró el 2011, pero según se desprende del recorte en la actividad quirúrgica no urgente aplicado en los 64 hospitales públicos de Catalunya, el cómputo actual asciende a 82.000 personas. Son 25.330 enfermos más que en diciembre del 2010, lo que implica que las demoras crecieron un 45% durante el 2011.

Fuentes del área gestora de Salut aseguran que ese incremento es solo del 10%, aunque no ofrecen datos. Por su parte, el director del Institut Català de la Salut (ICS), Joaquim Casanovas, que gestiona los hospitales de la Generalitat, cifra en «un 15%» de incremento de las listas de espera en sus centros. Ambos cálculos son puestos en entredicho por los últimos datos oficiales que Salut difundió en el 2011, que indicaban que las demoras quirúrgicas habían crecido un 23% entre enero y junio de ese año. En los siete meses posteriores, todos los quirófanos interrumpieron de forma absoluta la cirugía que no era urgente o motivada por un cáncer, como así enfatizó el propioconsellerde Salut, Boi Ruiz.

En los hospitales del ICS, esto se tradujo en la suspensión de la cirugía realizada por las tardes. La actividad que el Servei Català de la Salut contrató en el 2011 (igual que hará este año) a los 56 hospitales concertados con Salut (Clínic, Mar y Sant Pau, entre ellos) no incluyó el 20% deactividad adicional de que habían dispuesto hasta el 2010. Esa actividad extra, explica Ramon Cunillera, director de la patronal Consorci de Salut i Social de Catalunya, se destinaba a operar por las tardes a enfermos en lista de espera. Estas decisiones explican el cúmulo de demoras.

SIN NUEVO DECRETO /Aunque, en un sistema sanitario público y abierto como es el español las listas quirúrgicas nunca dejan de crecer, la proporción con que lo hicieron el año pasado en Catalunya no tiene precedentes. Entre el 31 de diciembre del 2009 y el del 2010 (antes de los recortes) aumentaron el 11% y fijaron en 56.670 los pacientes en espera, según Salut. En los seis meses siguientes, las listas crecieron el 23%: en junio del 2011 ya incluían a 69.967 enfermos, informó la Generalitat.

La insoportable exigencia sanitaria y económica que reflejan esas cifras, unida a la pretensión oficial de «garantizar el quirófano para los enfermos graves», llevó a la Generalitat a anunciar, el pasado octubre, unos nuevos criterios médicos que en adelante debían exigirse para incluir a un enfermo en lista de espera quirúrgica. Esos criterios, que sustituirían por medio de un decreto a los vigentes desde el 2004, rebajaban drásticamente las cifras de espera: los 69.967 enfermos contabilizados por Salut en junio del 2011 quedaban reducidos automáticamente a 32.652 sin necesidad de abrir más quirófanos ni contratar -y pagar- horas extras a los cirujanos. Pero, por razones no explicadas, Salut no ha publicado ese nuevo decreto de listas de espera, por lo que sigue vigente el que concede el derecho a ser operados antes de seis meses a los 82.000 enfermos antes citados.

En una respuesta parlamentaria al grupo socialista, elconseller informó el pasado 29 de diciembre de que, entre enero y octubre del 2011, los hospitales públicos catalanes hicieron 303.939 intervenciones quirúrgicas, una cifra que, dijo, suponía 21.153 menos que en el mismo periodo del 2010. Faltaban aún noviembre y diciembre, los meses de máxima restricción quirúrgica. La mayor parte de esa cirugía no hecha incrementó las listas de espera.

RESTABLECIMIENTO DE ACTIVIDAD /Aunque desde el pasado enero los hospitales del ICS han restablecido en más del 90% su actividad quirúrgica, el reinicio intenta evitar un mayor incremento de las listas, pero difícilmente podrá absorber las esperas ya acumuladas, reconoce el director de la institución. Para que las demoras no aumenten, los hospitales se han reorganizado, comprimiendo la jornada laboral de cirujanos, enfermeras y anestesiólogos, explica Casanovas. Este «mayor aprovechamiento de las horas de quirófano» se aplica también en los centros concertados. «En el tiempo que antes hacían cinco intervenciones ahora hacen siete -indica-. La limpieza del quirófano entre dos operaciones se resuelve a más velocidad: ya no hay tiempos muertos». No se volverá a pagar horas extras para resolver cirugía no urgente por las tardes, concluye.

La resolución de las abultadas listas quirúrgicas que se arrastran no tiene plazos en este momento. «Se tratará de hacer esperar más a quien más pueda esperar», resume Cunillera. En los 56 hospitales concertados que este representa tampoco se volverá a operar por las tardes.