EN LA CIUTAT DE LA JUSTÍCIA

16 años para juzgar un motín en la cárcel de Quatre Camins

Imagen del día 29 de mayo del 2002, del exterior del centro penitenciario.

Imagen del día 29 de mayo del 2002, del exterior del centro penitenciario. / .313354

J. G. Albalat

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Hace tres años María (nombre supuesto) estaba pasando unos días en familia en un cámping de Tarragona. A primera hora de la mañana, se presentaron los Mossos preguntando por su marido. El hombre no sabía que estaba en busca y captura por haber protagonizado el 29 de mayo del 2002 un motín en la cárcel de Quatre Camins (La Roca del Vallès), cuando estaba cumpliendo condena por robo. Han pasado 16 años. El marido de María tiene ahora 48 y tres hijos pequeños fruto de su matrimonio. Desde que salió de la prisión, no ha cometido ningún delito. Está limpio y con su pareja han tirado un negocio adelante.

“No sabía por qué se lo llevaban. Le esposaron. Fue entonces cuando me enteré que era por una protesta de cuando estaba en la cárcel”, explica esta mujer, visiblemente nerviosa. "Es una injusticia total que este caso llegue a juicio 16 años después cuando ha rehecho su vida. La justicia funciona bastante mal. Eran presos. Si hubieran sido gente de pasta las cosas hubieran funcionado diferente", ha dicho.

Este lunes, el esposo de María y otras 46 personas se han sentado en el banquillo de los acusados en el auditorio de la Ciutat de la Justícia de Barcelona  por la revuelta en la cárcel de La Roca. La mayoría se enfrentaban a una pena de cinco años de prisión, aunque dos de ellos a 10 años.  Tras una mañana de negociaciones, todos los imputados han llegado a un acuerdo con la fiscalía. La acusación pública ha rebajado su petición de condena y ha solicitado la aplicación de la atenuante de dilaciones indebida. La vista, que ha estado marcada por las fuertes medidas de seguridad,  ha durado solo unos minutos. Lo justo para que la fiscala modificara su calificación jurídica, las defensas mostraran su conformidad, los acusados aceptaran la pena y el juez dictara sentencia ‘in voce’. El juicio estaba previsto para 10 días.

Sentencia 'in voce'

El magistrado ha impuesto una condena de 12 meses de prisión para 15 imputados y 15 meses para otro, a la vez que ha absuelto a 23 por la prescripción del delito. Otros acusados no se han presentado por diversos motivos y serán juzgados en un futuro. El juez, tras dictar sentencia, ha suspendido la ejecución de la pena y el ingreso en un centro penitenciario de los reos atendiendo, según ha razonado el togado, a que los hechos ocurrieron hace 16 años. El compromiso: no delinquir durante dos años y estar localizable. La mayoría de los imputados se fueron a su casa, pero 19 hicieron el camino de vuelta a la cárcel. Han pasado los años y continúan entre rejas.  Todos deberán pagar una indemnización de más de 16.000 euros por los daños causados en la prisión y uno de los reos tendrá que indemnizar con 7.230 euros a un funcionario herido..

Ese 29 de mayo del 2002 por la noche, un grupo de internos, entre los que se encontraban los condenados, se negaron a ir a sus celdas y comenzaron a soliviantar los ánimos de la población reclusa al grito de “venga, que entren los Mossos si hay cojones”, “a la guerra”. Armados con palos, piedras y hierros agredieron a algunos funcionarios que trataban de disuadirlos. Los presos, al final, se subieron al tejado para eludir la acción de la policía autonómica, que entró en el recinto. Protestaban porque el Código Penal había suprimido la reducción de condena que se otorgaba a los reclusos por trabajar en la cárcel.  "Tampoco nos pagaban", recuerda uno. Al cabo de unas horas, desistieron de su acción. Sin embargo, los ánimos continuaron revueltos y en días posteriores se produjeron más altercados en el interior de Quatre Camins.