EDUCACIÓN EN SITUACIONES DE RIESGO

La Mina desafía al fracaso escolar

Alumnos de ESO en su aula del instituto escuela Sant Adrià del Besòs, en el barrio de La Mina.

Alumnos de ESO en su aula del instituto escuela Sant Adrià del Besòs, en el barrio de La Mina. / periodico

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / SANT ADRIÀ DE BESÒS

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Una decena de estudiantes, de entre 15 y 16 años, debaten cómo transformar el patio en el que juegan los alumnos más pequeños. Un tres en raya pintado en el suelo o un laberinto. Son varias las propuestas que los estudiantes van poniendo sobre la mesa, que luego analizarán y sopesarán “para que no siempre estén jugando a fútbol”, explica una chica. El grupo, todo él de jóvenes de etnia gitana, forma parte del aula abierta del instituto escuela Sant Adrià de Besòs, en el barrio de La Mina, y lo forman alumnos con problemas de aprendizaje que participan en un proyecto de servicio comunitario con escolares de educación infantil.

El programa, bautizado con el nombre de 'Aprendemos enseñando', ha conseguido que estos chicos, a los que no siempre resulta fácil motivar, se implicaran en la construcción de unas jardineras -con madera, con neumáticos y con garrafas de agua reciclada- para el instituto escuela, que preparasen clases de manualidades para los párvulos y que representaran para ellos obras de teatro. "No veas cómo se lo pasan: unos y otros. Los pequeños están súpersatisfechos de tener a los mayores en clase, de ver cómo sus primos o hermanos adolescentes les prestan tanta atención, y a los del aula abierta, les genera una seguridad y una confianza en sí mismos tremenda", explica Marta del Campo, la directora del centro educativo.

Del Campo recorre varias veces al día los 300 metros que separan los edificios de la antigua escuela Mediterrània y del instituto Fòrum 2004, que el pasado septiembre se fusionaron para crear este nuevo instituto escuela. Con esta medida, la Generalitat y del Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs quieren combatir "las altas tasas de fracaso, por absentismo y por no continuidad de los estudios, que se venían produciendo en el barrio", detalla la directora.

El próximo curso 2017-2018 habrá otros cinco centros similares en otras poblaciones catalanas (tres estarán en Barcelona, uno en Tarragona y el quinto, en Lleida). según anunció el pasado lunes la 'consellera' de Ensenyament, Meritxell Ruiz, en la presentación de la nueva oferta de plazas para la preinscripción.

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"Está comprobado que el paso de la educación primaria a la secundaria, que es un momento crítico para la mayoría de estudiantes, supone una ruptura aún más profunda si cabe para los jóvenes más vulnerables", cuenta Del Campo. Con la creación del instituto escuela se pretende que ese proceso "sea una transición, no un traspaso".

PLAN ESTRATÉGICO

El punto de partida en esta batalla contra el fracaso en La Mina es el de un colegio, el ya extinto Mediterrània, en el que un 90% del alumnado es de etnia gitana y un instituto, el Fòrum 2004, oficialmente también desaparecido, en el que "de los 190 matriculados, hay una treintena que no asisten a clase de forma continuada". El abandono es especialmente alarmante entre las chicas, por razones casi siempre culturales. "A veces, de repente, una de ellas deja de venir a clase sin dar ninguna explicación. No es de extrañar que sea porque se ha casado. Aunque también ha ocurrido que, un buen día, esa misma chica ha regresado un tiempo más tarde... Luego te enteras que es porque se ha separado". El porcentaje de estudiantes con necesidades educativas específicas es alto, la mayoría de las ocasiones como consecuencia de las condiciones de marginalidad en que viven.

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Toda la plantilla de profesores está participando este curso, en colaboración con técnicos, psicopedagogos y otros trabajadores educativos, en el diseño del plan estratégico que ha de guiar los próximos cuatro años. "Queremos que el centro sea la palanca que, como dice la misma ley de educación de Catalunya, hace posible la superación de los condicionantes personales, sociales, económicos y culturales, que sea la clave para superar las desigualdades", subraya la docente. "También estamos siguiendo una formación, que es voluntaria y a la que asisten prácticamente todos los profesores y maestros", detalla.

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¿POR DÓNDE EMPEZAR?

Marta del Campo está cada día del curso -cada día- ante la puerta, primero del instituto, y media hora después en la del colegio, para recibir a los alumnos a su llegada. Con esta sencilla acción, la de dar los buenos días y saludar de manera personalizada a los padres que acompañan a los más pequeños, ha conseguido algo impensable hace un año: que sean puntuales.

Hay muchos otros retos por delante, enumera. "Nos preocupa particularmente trabajar la coeducación o, lo que es lo mismo, la educación en igualdad entre chicos y chicas. En eso estamos insistiendo mucho", señala la directora. También está un marcha un programa para mejorar el clima escolar y la convivencia en el centro. "Cada viernes se reúne una comisión que analiza, de forma pormenorizada, los casos de violencia o indisciplina que se hayan podido producir y sus resultados están siendo muy satisfactorios", destaca.