INVESTIGACIÓN SOBRE EL TRÁFICO DE NIÑOS

Incógnitas sobre Marina

El juez debe despejar las dudas sobre la tutela de Alfonsa, el nacimiento y la adopción del bebé

El sujeto de la polémica 8Marina Estivill, en el 2013, en Barcelona.

El sujeto de la polémica 8Marina Estivill, en el 2013, en Barcelona.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / JESÚS G. ALBALAT / BARCELONA

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La justicia debe determinar si la niña que Alfonsa Reinoso alumbró en la clínica Dexeus en 1987 le fue sustraída sin su consentimiento, aprovechando su situación de vulnerabilidad. Estas son las principales claves a resolver para la resolución del caso.

LA SITUACIÓN LEGAL

Permiso de cesión del bebé que no aparece

Criada en el seno de una familia desestructurada, el Tribunal Tutelar de Menores acogió a Alfonsa y retiró la custodia a sus padres al saber que estaba embarazada con 14 años. El tribunal envió un escrito a la Casa de la Jove, que acogió a la menor antes de dar a luz, en el que le recuerda que está bajo su amparo y «no podrá ser entregada» sin su autorización. Sin embargo, los padres adoptivos se llevaron a Marina el día del parto, según admite Jordi Estivill. Al octavo día, la pareja informó al tribunal de que convivía con la niña y le pidió que ratificara el régimen de acogida.

El jefe del servicio de obstetricia de la Dexeus en 1987, Josep Maria Carrera Macià, declaró que Alfonsa y un adulto firmaron ante un abogado y una asistenta social un contrato para ceder al bebé a Estivill y a su pareja, Cristina Rimbau. Alfonsa lo niega e insta al centro sanitario a mostrar el documento e identificar al adulto que supuestamente le acompañaba.

LOS PREPARATIVOS DEL PARTO

Extraño traslado y un ingreso con incógnitas

El 18 de mayo de 1987, un mes antes del parto, Alfonsa fue trasladada del Centre Santa Eulàlia a la Casa de la Jove. El cambio de residencia resulta llamativo porque el primer centro está especializado en dar servicio a embarazadas y madres de niños en situación de vulnerabilidad, y la Casa de la Jove acoge a un espectro heterogéneo, que abarca a mujeres, menores y familias en riesgo de exclusión. Alfonsa asegura que le convencieron del cambio de residencia porque el bebé «venía pequeño» y era recomendable estar cerca de la Dexeus. Pero recuerda que era la única embarazada en la Casa de la Jove y acusa a la directora de formar parte de la trama.

La acusación presenta documentos sobre el historial de Alfonsa en la Dexeus, con hasta cinco identificaciones por errores con su nombre. Erratas que atribuye a la voluntad de «crear confusión sobre su persona». Alfonsa acusa a la doctora Victoria López-Rodó de informarle de que el bebé era varón y estaba muerto, pero esta lo niega.

LOS TRÁMITES

Irregularidades en la adopción y el registro

Alfonsa apunta al testimonio del padre adoptivo para atestiguar que la pareja siguió una opción alternativa «a la vía legal». La acusación identifica a los abogados Ignasi de Gispert y a su mujer, Teresa Cervelló (ya fallecida), como los intermediarios que «cedieron» al bebé que iba a ser para ellos. Según la expresidenta de la Casa de la Jove, Mercedes Porrera, Cervelló usó el parentesco con su cuñada Núria de Gispert -hoy presidenta del Parlament y entonces secretaria general de Justícia-, para que la menor ingresara con premura inhabitual.

A los dos días de nacer, Marina Estivill fue inscrita en el Registro Civil con los apellidos de sus padres adoptivos, un trámite solo contemplado tras la adopción, no formalizada hasta dos años después. La ley preveía que el funcionario pusiera nombre y apellidos «de uso corriente» a los niños sin filiación. La práctica habitual era usar el patronímico Expósito u otros habituales, como Pérez o García.