Hacienda avanzará el dinero para la hepatitis C a las autonomías

Enfermos de hepatitis C en un acto de protesta en Madrid, el domingo.

Enfermos de hepatitis C en un acto de protesta en Madrid, el domingo.

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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El dinero era el último obstáculo para que los 52.000 enfermos incluidos en el plan estratégico de la hepatitis C reciban los tratamientos innovadores, y el Gobierno lo ha sorteado con una fórmula que ha dejado insatisfechas a la autonomías pero que garantizará la llegada efectiva de los fármacos a los pacientes. El Ministerio de Hacienda abonará las facturas y las comunidades le devolverán el importe en un plazo de diez años a un interés mínimo, de entre el 0% y el 1,2%. La falta de liquidez ya no podrá ser una excusa para vetar tratamientos.

La fórmula fue presentada ayer a los consejeros autonómicos por el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que solo vio ventajas en la misma. «Dispondrán de un plazo muy amplio de 10 años a un interés muy ventajoso», destacó. Técnicamente se trata de préstamos incluidos en el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para las comunidades incumplidoras del techo de déficit, con Catalunya a la cabeza, y del fondo de Facilidad Financiera para el resto. La única diferencia entre ambas es que las primeras disfrutaran del 0% de interés solo el primer año y las segundas durante dos años más.

El conseller de Salut, Boi Ruiz, fue junto al representante andaluz y el asturiano uno de los más disconformes con la fórmula. «Es pan para hoy pero hambre para mañana. Nos dan préstamos pero no asumen el coste», lamentó, aunque reconoció que sí permitirá tener «el dinero de caja necesario» para afrontar el gasto. En Catalunya se beneficiarán del plan 9.401 enfermos de los 15.132 que, en principio, constan en los registros hospitalarios.

Ruiz calculó que estos tratamientos costarán a las arcas de la Generalitat 469 millones de euros, pero después fue corregido muy a la baja por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. «El cálculo lo ha hecho el conseller con los precios antiguos de los fármacos. Con la negociación que hemos cerrado ahora, son muy inferiores», aseguró. Fuentes de su departamento precisaron que el precio de un tratamiento ronda ahora los 14.000 euros, una tercera parte de lo que costaba el año pasado. La factura del Govern podría bajar pues a unos 130 millones de euros. La del conjunto del Estado asciende a 727 millones. Si se superara este techo, el sobrecoste correría a cargo de las farmacéuticas.

El plan deberá ser ratificado oficialmente en el Consejo Interterritorial de Salud que se celebrará a finales de marzo pero, según el ministerio, los pacientes ya pueden recibir los medicamentos. Si un enfermo no ha recibido sus fármacos en las próximas tres o cuatro semanas puede escribir a Boi Ruiz, según sugirió el propio conseller. «Que me escriba, e intervendré», dijo.

A juicio de los hepatólogos, es altamente difícil saber en estos momentos, con exactitud, a cuántos enfermos beneficiarán los nuevos fármacos, ya que no se dispone de cifras fiables de diagnosticados de hepatitis C en España. «Nadie sabe cuántos enfermos están diagnosticados, pero eso no es un impedimento -afirmó el hepatólogo Jaume Bosch, presidente de la Asociación Española de Estudios del Hígado-. Lo determinante es que el Gobierno ha aceptado un plan que dice que todos los pacientes a los que su médico recete los nuevos tratamientos tendrán derecho a recibirlos. Ese todos incluye a todos».

Los especialistas no dudan de que, de una u otra forma, surgirá el dinero para financiar las terapias curativas de la hepatitis C. En primer lugar, porque la industria ha rebajado sustancialmente sus iniciales pretensiones económicas, y, en último extremo, porque la partida de fármacos financiados, aseguran, permite incluir estas terapias.