Mar de millones

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JULIA CAMACHO / ROQUETAS DE MAR

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A media tarde de este martes, por la administración 2 de Roquetas de Mar (Almería) -“así, sin nombre artístico”, según aclaraba el lotero- todavía había un goteo de inmigrantes subsaharianos y marroquís acercándose a comprobar si habían tenido la misma suerte que algunos de sus compañeros de invernadero. No era para menos, ya que en juego estaban nada más y nada menos que parte de los 480 millones de euros que el 79.140, el gordo, ha dejado en esta localidad conocida por su mar de plástico.

Con una población de más de 90.000 habitantes, de los que el 45% son inmigrantes -africanos y eslavos principalmente-, Roquetas se hizo famosa en los últimos años por los conflictos étnicos y por ser una de las localidades a la cabeza de la exportación hortofrutícola. Se decía que era el municipio andaluz donde más coches de alta gama se vendían en la época de vacas gordas, pero tras los años de bonanza, la crisis también se cebó con su población. Este martes disfrutaban de haber roto esa mala suerte tras quedarse 346 décimos (138 millones de euros) del primer premio, y otros cuatro decimos del cuarto premio, el 71.119.

DE MALI

Es el caso de Abdelkader y Drissa, dos jóvenes de Mali que llegaron a España en patera en el 2006, y que ayer pensaban si pedir a su patrón que les diera la tarde libre para celebrar que este año podrían mandar más dinero a sus familias gracias a los 400.000 euros que les habían tocado a cada uno. Nerviosos, y con un castellano dubitativo, se agarraban de las manos para atender a todo el que les felicitaba, recelosos de todo aquel que se les acercaba. “Tengo dos gemelas de 10 años, las voy a cubrir de regalos”, aseguraba Abdelkader, que rechazaba la idea de dejar de trabajar entre plásticos. “Esto da tranquilidad, pero hay mucha gente que depende de mí todavía”, zanjaba. 

El lotero, José Martín, que lleva 15 meses con la administración, se felicitaba de que el premio le había tocado a mucha gente necesitada. Abdelkader y Drissa son clientes habituales, “de los que siempre paran para echar la quiniela o la bonoloto”, y saber que ellos han sido de los afortunados le llenaba de satisfacción. Tanto que trataba de protegerlos ante el barullo de prensa y representantes de los bancos que les acechaban. “Quedaos conmigo que yo os llevo ahora”, decía. Martín se enteró de que había vendido el gordo casi integro en su administración cuando fue al banco a sacar algo de dinero para cubrir los pequeños pagos de algún afortunado. “No me vaciles que es algo muy serio”, le espetó al del banco, hasta que comprobó que sí, que el 79140 lo despachó en su administración. Vendió unas 115 series y devolvió el resto.

LAS 200 VIVIENDAS

Parte del premio ha ido a parar también a las 200 Viviendas, un barrio en el que abundan los conflictos entre gitanos e inmigrantes y donde varios vecinos han resultado afortunados. Uno de ellos, Rafael, casado con Nadia, una inmigrante trabajadora en los invernaderos con la que tiene una hija. Ayer recibía abrazos a diestro y siniestro y murmuraba a los más allegados que por fin podría mudarse a otra parte de la ciudad.

Pero el gordo no solo alegró a Roquetas. Parte del premio se fue a Villanueva de la Concepción (Málaga), gracias a una excursión de jubilados que pasaron allí unos días y le pidieron a la administración medio centenar de décimos. Y sobre todo viajó a la Alpujarra granadina. Una de las dependientas de la administración ha explicado que todos los años acuden allí profesores de varios institutos de la comarca para comprar décimos, atraídos por una localidad que vende mucho debido al boom turístico. En esta ocasión, relata, le ofrecieron el único número del que tenían 80 series disponibles en ese momento, al igual que pasó con los jubilados. “Ni preguntaron cuál era”. La suerte quiso que los estudiantes de entre 14 y 15 años de secundaria del centro Emilio Manzano de Laujar de Almaráx repartieran los 800 décimos a toda la localidad, que contribuyó así a su viaje de fin de curso a Italia. Casi cada familia llevaba un décimo comprado a los chicos.

EN CLASE

La noticia de su suerte les ha llegado en pleno horario de clase, una jornada lectiva que debían aprovechar para recoger las notas. Pero a mediodía ha saltado la noticia, y los vecinos de esta pequeña localidad de apenas 1.600 habitantes se han echado a la calle para festejarlo. “Ahora igual en vez de a Italia se van a Miami”, bromeaba la alcaldesa, Almudena Morales, afortunada con una parte del décimo que compartía con el grupo de teatro. La edila se mostraba especialmente satisfecha porque el premio supone “una inyección, un empujón” a un pueblo conocido sobre todo por sus vinos. “Les ha tocado a todos, si no de forma directa a través de un primo, un hermano…”

Los chicos repartieron también suerte en los pueblos cercanos, ya que el suyo es el instituto comarcal. En Bayárcal, con apenas 400 habitantes, no podían dar crédito. Jacinto Navarro, el alcalde de la localidad, ha resaltado, en declaraciones a Europa Press, que parte de los premiados habían sido tres de las familias que llegaron al pueblo en agosto del 2014 atraídos por la oferta de vivienda y terreno de cultivo gratis del ayuntamiento. Las familias habían sido seleccionadas en el marco de una iniciativa para reactivar la vida del pueblo y evitar que se llevaran el colegio por falta de estudiantes. Llegaron “en una situación de auténtico riesgo de exclusión social”, según ha dicho el alcalde.