Un golpe de viento, causa más probable del accidente mortal del castillo de Caldes

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GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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El castillo hinchable que salió disparado en el restaurante Mas Oller de Caldes de Malavella (Selva)<strong>suceso en el que murió una niña</strong> de 6 años y otros seis menores resultaron<strong> gravemente heridos</strong> cuando jugaban en la instalación, fue propulsado por una racha de viento. Esta es la explicación más probable del accidente mortal, según fuentes de los Mossos y de los Bombers de la Generalitat consultadas por este diario, después de que la investigación policial haya descartado el resto de hipótesis que estuvieron en un primer momento sobre la mesa. Todo apunta a que la pared del hinchable -de 5 metros de altura- propició un 'efecto vela' que impulsó con violencia el castillo. 

El trabajo de la policía científica de Girona ha permitido eliminar como causas del siniestro una supuesta explosión del motor o que el accidente fuera debido a una cremallera de la instalación que apareció abierta. Según recoge el informe al que ha tenido acceso este diario, se efectuaron pruebas en un espacio cerrado hinchando la estructura y provocando repentinamente una fuga de aire. Se comprobó que la atracción procedía a deshincharse sin más, sin sobresaltos.

MAL ANCLADO

El castillo contaba con diez puntos de anclaje para agarrar la instalación a la superficie, que en el caso del Mas Oller era un terreno de césped. Sin embargo, solo dos de estos agarres se utilizaron el día de los hechos. Por este motivo, la atracción, con los 7 menores subidos en ella, salió disparada hacia arriba cuando se rompieron los dos únicos anclajes que la sujetaban.

Los Mossos han recogido la declaración de testimonios que recuerdan haber observado cómo la instalación primero se volcó hacia delante y, a continuación, salió despedida verticalmente. La explicación más lógica es que en ese insante el 'efecto vela' presionara desde la parte inferior de la estructura. El informe policial recoge que los anclajes se soltaron por la parte del tejido del castillo. Las cuerdas estaban enteras y los clavos siguieron hundidos en el césped. 

VIENTO PUNTUAL

El domingo 7 de mayo, el Día de la Madre, varios comensales relataron que el viento que soplaba en el Mas Oller era débil. Sin embargo, mediciones que se realizaron a esa hora en zonas cercanas registraron máximas de 6,9 m/s -unos 25 km/h-, una velocidad que para los empresarios de los hinchables ya resulta "peligrosa". Miembros de los equipos de emergencia que actuaron ese día percibieron en la zona siniestrada algunas brisas aisladas. Este restaurante, además, está ubicado en una zona elevada de Caldes. Según fuentes policiales, lo más probable es que se produjera una racha de viento repentina que desencadenó el accidente.  

IMPUTADOS POR HOMICIDIO

El feriante que vendió por 3.000 euros el castillo al Mas Oller ha declarado a los Mossos que insistió al comprador que no debía desplegar la instalación cuando soplara viento y que debía sujetarla utilizando todos los agarres. El restaurador, por el contrario, ha asegurado que el feriante le dijo que bastaba con utilizar "sólo 2 anclajes", que usara el resto solo si había viento y que solo desmontara el inflable si el aire soplaba con fuerza. Un trabajador del local ha confirmado que habitualmente sólo sujetaban la instalación por dos de los diez anclajes y que ningún empleado supervisaba el castillo cuando estaba en funcionamiento. 

Carles Monguilod, abogado de los propietarios del Mas Oller, ya imputados por un delito de homicidio imprudente en el juzgado de Santa Coloma de Farners, ha remarcado que todas las conclusiones sobre las causas son todavía provisionales y ha subrayado que el juez ha pedido ayuda a la policía científica del Cuerpo Nacional de Policía para seguir investigando. "Mis clientes están destrozados por la muerte de esta niña, antes de instalar el hinchable decidieron enterrar la piscina que había en el restaurante por miedo al ahogamiento de un menor", ha insistido.