El Gobierno prorrogará la ayuda de 400€ pero será más restrictiva

El Gobierno prorrogará la ayuda de 400 euros a los desempleados que han agotado el subsidio y no tienen otros ingresos. Tras días de incertidumbre, tensión social y presión política, incluso en sus propias filas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comunicó ayer in extremis el mantenimiento de este auxilio, que da sustento en la actualidad a unos 200.000 españoles. El jefe del Ejecutivo hizo el anuncio en el palacio de Marivent, tras ser recibido en audiencia por el Rey para cumplir con el tradicional despacho estival, que se prolongó tres cuartos de hora.

Según expuso Rajoy, la prórroga de los 400 euros se aprobará en la reunión del Consejo de Ministros del día 24 y tendrá efectos retroactivos desde el 16 de agosto, ya que el actual Plan Prepara, que da cobertura a la subvención, expira hoy. «La vamos a prorrogar e intentar que funcione mejor», apuntó el presidente, sin avanzar ningún detalle de las modificaciones, pero sí del fin. Los sindicatos CCOO y UGT, de momento, son cautos hasta conocer las condiciones del nuevo plan. De hecho, calculan que tendrá más restricciones, con el fin de rebajar los beneficiarios a una cuarta parte.

«El objetivo es lograr la inserción laboral y se ha producido poco», expuso Rajoy, quien recordó que «se trata de la segunda prórroga» de su Ejecutivo a este plan, puesto en marcha durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Primero se llamó Prodi, luego Prepara y ahora no se descarta un cambio de nombre para un plan que ha beneficiado a 500.859 trabajadores, según el Ministerio de Trabajo.

«En el momento de tomar decisiones complejas y difíciles, que no gustan, este Gobierno ha intentado siempre preservar la posición de aquellas personas en situación mucho más difícil», sostuvo Rajoy, para quien la ayuda «tiene sentido en un momento como este», aunque «mejorándola», enfatizó para salir al paso de las críticas recibidas ante la virtual supresión del plan que, finalmente, no se ha producido.

PRESIÓN DE BASAGOITI Y FEIJÓO / Rajoy se enfrentaba no solo a la erosión externa, planteada por los sindicatos y el PSOE, sino a una rebelión en las filas populares, sobre todo de los barones con citas electorales cercanas: el vasco Antonio Basagoiti y el gallego Alberto Núñez Feijóo. El primero no reparó en ambigüedades y pidió al Gobierno que hiciera «todo lo posible» para conservar la ayuda, porque va destinada a «gente que no tiene otra cosa para vivir». Y fue más allá: «Que se toque a quienes más tienen», dijo, alineándose con la reclamación de sectores progresistas que, frente a los recortes, plantean más esfuerzo fiscal de las rentas altas. También ha sido beligerante Feijóo, que busca «un resquicio legal» para dar cobertura sanitaria a los inmigrantes simpapeles.

El PSOE quiso apuntarse el tanto. «Ha valido la pena. La presión ha obligado al Gobierno a prorrogar los 400 euros a miles de familias que lo necesitan. Era de justicia», escribió en Twitter el líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero los socialistas advirtieron de que vigilarán la «letra pequeña» de la reforma para evitar que se «desnaturalice» la función de la ayuda. Y es que, refutando la tesis de Rajoy, el ministro de Trabajo que impulsó los 400 euros, Celestino Corbacho, matizó que la medida se concibió como una prestación social, y no como una política activa que busque la reinserción laboral.

ECONOMÍA SUMERGIDA / Aunque en un principio no estaba prevista, Rajoy ofreció una breve rueda de prensa tras la reunión con el Rey que le permitió anunciar la prórroga de la ayuda. Además, después conversó de manera informal con los periodistas. El presidente comentó la subida del IVA y dijo que el alto nivel de fraude mengua la recaudación por este concepto.