Zona protegida

Vendido un islote de Formentera por 18 millones a una familia de Luxemburgo

Se trata de S'Espalmador, cuyos anteriores dueños intentaron venderlo al Consell de Formentera

Vendido un islote de Formentera por 18 millones a una familia de Luxemburgo

Vendido un islote de Formentera por 18 millones a una familia de Luxemburgo / periodico

Efe

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Ni con la rebaja por parte de la propiedad de 24 a 18 millones de euros ha podido el islote de S'Espalamador, ubicado al norte de Formentera, pasar a manos públicas, lo que habría significado el salvaconducto más seguro para garantizar la pervivencia de esta pequeña joya medioambiental. Finalmente ha sido una familia de Luxemburgo quien ha comprado el islote protegido por 18 millones de euros, según ha confirmado un representante de la anterior propiedad conformada por el arquitecto catalán Norman Cinnamond y su hermana Rosy.

El representante ha explicado que los nuevos propietarios han adquirido el islote, de 1,4 kilómetros cuadrados, "para uso propio" y que son "plenamente conscientes de toda la normativa de protección que afecta a la isla", debido a que esta forma parte del parque natural de Ses Salines de Eivissa y Formentera.  Los anteriores dueños ofrecieron primero al Consell de Formentera la posibilidad de adquirir el islote, para que pasara a ser de titularidad pública, una operación para la que intentó contar, junto con el Govern balear, con fondos del Estado. Estas gestiones no prosperaron según ha explicado la diputada de Gent per Formentera Silvia Tur, quien propuso en el Parlament que el Govern se reúna con los nuevos propietarios para informarles de la normativa de protección de dicho espacio natural.

"Lo importante es que, independiente de quién sea el propietario, se conserve y que no se haga ninguna actividad que no esté permitida", ha explicado Tur. La política ha añadido que "como la gran mayoría de los formenterenses, habría preferido que la Administración hubiera llegado a un acuerdo para comprarla a través de fondos del Estado".

S'Espalmador sufre en verano una severa presión turística pese a su condición de paraje protegido. Cada vez son más los turistas y las empresas del sector que disfrutan de este diminuto paraíso sin aportar nada a cambio, aun cuando los miles de visitantes anuales imponen un elevado desgaste medioambiental. En agosto del 2016 ardió una hectárea de sabinar centenario por el lanzamiento de una bengala desde un yate que había fondeado para pasar la noche.