JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

Quintana: "Oí dos detonaciones. Pum, pum. No notaba el ojo, no veía nada"

Ester Quintana

Ester Quintana / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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"'Lluís, Lluís, que me han dado', grité. No notaba el ojo. No veía nada". Así se ha expresado este martes Ester Quintana, que resultó herida en un ojo el 14 de noviembre del 2012 durante la huelga general en Barcelona a causa, según la fiscalía, del impacto de una pelota de goma lanzada por los Mossos d’Esquadra. La mujer ha declarado como testigo en el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Barcelona contra dos agentes por un delito de lesiones. La fiscalía reclama dos años de prisión, la acusación particular nueve años y la defensa la absolución, al entender que no fueron los investigados los policías que dispararon el proyectil.

Quintana ha relatado ante el tribunal que en la tarde del 14 de noviembre sobre las 20.30 horas se encontraba en el paseo de Gràcia y se dirigía hacia la plaza de Catalunya. Iba con varios amigos. "La situación era tranquila. La gente se iba dispersando después de la manifestación. Íbamos a casa. Bajábamos por la acera de la derecha", ha asegurado. "Había un helicóptero encima nuestro", ha recordado. A la altura de la calle de Casp se encontraron con una amiga y se pararon.

LOS DISPAROS

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Cuando estaban parada llegó gente corriendo desde plaza de Catalunya porque los Mossos estaban cargando en Via Laietana, y ella hizo lo mismo. Pero un amigo le hizo ver que no pasaba nada. "Subí un poco y aparecieron furgonetas de los Mossos por la Gran Via", ha declarado. “Dieron la vuelta a la fuente y se pararon. De la primera furgoneta, y cuando todavía estaba en marcha, bajó un mosso con un arma grande. Me di la vuelta y baje por el paseo de Gràcia. Crucé hacia la calle Casp porque estaba tranquila. Cuando estaba cruzando, me giré y recibí el impacto”, ha explicado. “Oí dos detonaciones. Pum, pum”, ha dicho. No escuchó ningún aviso de la policía.

“Me senté en la acera. No notaba el ojo. Me lo tapé con pañuelos de papel”, ha relatado. Al poco rato se acercó un guardia urbano y le preguntó qué le pasaba. “Me saqué los pañuelos y le dije: '¿Qué te parece?'”. El agente la acompañó hasta un coche patrulla, donde esperó a la ambulancia. "La primera parte me pasó muy rápida; la segunda, cuando estaba esperando a la ambulancia, muy lenta”, ha afirmado.

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SEIS OPERACIONES

“No llegué a ver lo que me impactó”, ha confesado, pero sí vio al mosso con la escopeta a unos 30 metros de distancia. “No se veía ningún altercado; no había situación de conflicto”, ha declarado. Quintana fue trasladada al Hospital de Sant Pau. Hasta ahora se le han practicado seis operaciones y todavía continúa un tratamiento médico. Lleva una prótesis y, a causa de la mutilación, no puede calcular las distancias ni la profundidad.

La testigo ha relatado que la llamó el que fuera 'conseller' de Interior Ramon Espadaler para decirle que le sabía “muy mal” lo que había sucedido, pero que como representante de una institución no lo podía decir en público. También ha recibido disculpas del actual 'conseller', Jordi Jané. Sin embargo, Quintana no ha dicho nada de Felip Puig, titular de Interior en el momento de los hechos, quien ofreció numerosas versiones de lo sucedido y a quien la crisis desatada obligó a presentar la dimisión al 'president' Artur Mas, que la rechazó. La Generalitat ha indemnizado a Quintana.

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DISPAROS A POCOS METROS

Dos amigos de Quintana han declarado durante la vista que oyeron disparos provenientes de las furgonetas de los Mossos situadas en la confluencia de la Gran Via con el paseo de Gràcia, lado Llobregat. Lluís, que ese día iba con la víctima, ha afirmado: “La imagen que tengo es la de Ester herida y un agente disparando a pocos metros con la fuente detrás”, ha declarado. Ha precisado que el policía estaba a unos 20 metros, con un arma larga, y que escuchó disparos. “Los disparos venían de muy cerca, nunca los había escuchado con tanta fuerza”. Otro amigo de la mujer herida ha ratificado esta versión: “Oí unas detonaciones cuando llegó la primera furgoneta y todas venían del mismo lugar”. También vio a un mosso con un arma.

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Una periodista ha relatado desde dónde grabó los videos aportados en la causa y lo que vio. Estaba situada en el paseo de Gràcia. Oyó ruidos, empezó a filmar las furgonetas de los Mossos que estaban en la Gran Via y escuchó “dos detonaciones”. Y ha aclarado: “Oí las detonaciones. Grabé. Apague la cámara y a los pocos segundos la volví a encender al escuchar a Quintana chillar”. El origen de los disparos, ha insistido, fue “único” y venía de las furgonetas policiales.

Los vigilantes de seguridad y conserjes de edificio cercanos no han aclarado nada sobre el disparo de los Mossos que, según la acusación, provocaron la mutilación de Quintana y que provenía de la dotación policial de tres

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furgonetas situada en la confluencia de la Gran Vía con el paseo de Gràcia, en el lado Llobregat. Estos testigos se refirieron a que la policía autonómica efectuó antes disparos (no precisaron si salvas o proyectiles) desde otro lugar cercano, pero en el lado Besós y antes de llegar a la calle Caspe. La defensa de los mossos acusados sostiene que estos dispararon salvas y no pelotas de goma, a la vez que subraya que en la zona se efectuó “cuanto menos un tercer disparo por otro agente policial”.