POLÉMICA EN UN VUELO A TENERIFE

"Tu vestimenta ofende. Ponte una chaqueta o te echamos del avión"

Emily O'Connor viajó de Birminghan, su ciudad de residencia, hasta Tenerife

Emily O'Connor viajó de Birminghan, su ciudad de residencia, hasta Tenerife / periodico

Olga Pereda

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Emily O’Connor, una joven residente en Birmingham (Reino Unido), monta en un avión con destino a Tenerife. Lleva un pantalón ancho color mostaza y una mini-camiseta negra de ganchillo (fácilmente confundible con un sujetador) que deja al aire su ombligo y gran parte de la espalda.  El personal de la aerolínea, Thomas Cook Airlines, se dirige a ella y le espeta: “Te sacaremos del avión si no te cubres. Tu vestimenta ofende y es inapropiada. No cumple la política de nuestra aerolínea”.

Emily, airada, se dirigió al resto del pasaje y preguntó en voz alta: “¿A alguien le ofende mi vestimenta?” Nadie dijo nada. Tras unos momentos muy tensos -siempre según la versión de Emily- uno de los responsables de la compañía cogió la bolsa de la joven con intención de echarla del avión. “Cállate, mujer patética. Ponte una jodida chaqueta”, soltó un pasajero desde su asiento. Ningún tripulante le afeó su insulto. La prima de Emily, que viajaba con ella, le ofreció una chaqueta. El personal de la compañía -que advirtió de la situación por la megafonía de la cabina- continuó mirándola y no se fueron de su lado hasta que no se la puso. Emily se quedó “enfadada y temblando”.

Después, tramó su pequeña venganza: las redes sociales. Con fecha de 12 de marzo, publicó una foto en el aeropuerto con su conjunto de pantalón y minicamiseta y la acompañó de un hilo contando la historia. Boom. El relato se hizo viral, se publicó en todos los medios de comunicación y la compañía se vio obligada a emitir un comunicado entonando el 'mea culpa'. «Lamentamos haber molestado a la señora O’Connor. Está claro que podríamos haber manejado mejor la situación».

Los portavoces de Thomas Cook Airlines añadieron que, al igual que la mayoría de empresas del sector, tienen una política de “vestimenta adecuada” que se aplica por igual a hombres y mujeres. Esa política ordena que los pasajeros que vistan de manera inapropiada no podrán viajar hasta que no se cambien de ropa. También obliga a ir siempre calzado durante el vuelo. “Nuestros equipos tienen la difícil tarea de implementar esa política y no siempre lo hacen bien», agregó la aerolínea.

Entrevista en la televisión

Tras la polémica, Emily ha levantado la bandera del feminismo. Vía Twitter ha recibido miles y miles de comentarios de apoyo. También de reproche (bastantes menos). A los que la han acusado de ganar dinero con semejante torbellino, la joven ha recordado que no se ha metido en el bolsillo ni un solo penique. Lo que sí ha hecho es reivindicar los derechos de todas las personas a vestir como quieran. En el programa 'This Morning', de ITV, Emily -vestida con su pantalón y su minicamiseta negra de ganchillo- repitió que cualquier vestimenta que sirva para, por ejemplo, entrar en un supermercado debería ser también aceptada para viajar en avión. “¿Y si yo quiero entrar desnudo en un avión?”, le preguntó uno de los tertulianos. “No, eso no esta socialmente aceptado. Es diferente. Si tú quieres estar desnudo en tu casa es perfecto. Pero no en sociedad”, contestó. Otra tertuliana le espetó: “¿Y si un hombre decidiera entrar sin camiseta en el avión? Sería el mismo caso porque tú  no llevas camiseta. Eso que llevas es un sujetador”.

Emily se mostró en desacuerdo y siguió defendiendo -con serenidad y sentido común- su postura. También agradeció las miles de respuestas de apoyo tanto de hombres como de mujeres. “Significa ucho para mí”, añadió en Twitter acompañando la frase del dibujo de un traje de baño.

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