«El consignatario es el gran aliado del crucero»

Su móvil conecta las 24 horas con el armador del crucero atracado en el puerto. El tándem vela por que todo funcione.

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CARME ESCALES

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La llegada de un crucero a puerto empieza a prepararse dos años antes. La elección de cada escala conlleva la reserva de amarre, el abastecimiento de provisiones, la concreción de excursiones, traslados y documentación aduanera. En esa cuenta atrás para preverlo todo, los agentes consignatarios como esta vigatana de 39 años, Núria Codina, establecen una estrecha y constante relación con el armador, el dueño del barco. Una historia que navega antes de zarpar.

-¿Cómo llegó -hace siete años- a ser mánager de cruceros para Pérez y Cía?

-Fue a través de una oferta que se publicó en internet. Yo estudié Turismo y, después de trabajar en varias cadenas hoteleras en Estados Unidos y Bélgica -ocho años- y en organización de actos mundiales, quise volver a Barcelona. El boom de los cruceros, una experiencia en estos momentos totalmente en alza, me atrajo mucho. Al fin y al cabo, el crucero es un gran hotel flotante, por eso siento que el lugar que ocupo es una evolución natural del trabajo para el que me formé y en el que tengo realmente experiencia.

-¿Hay lugar en el puerto de Barcelona para todos los cruceros que aspiran a venir?

-Entre las siete terminales actuales -hay una octava proyectada- pueden amarrar ocho cruceros. Siempre se encuentra una solución para absorber las peticiones de todos los armadores, combinando horarios y estancias en otros puertos. En septiembre, por ejemplo, vendrá a Barcelona por primera vez el Oasis of the Seas, con 7.400 pasajeros y 2.500 tripulantes. Es uno de los dos barcos gemelos de la compañía de cruceros Royal Caribbean y el más grande del mundo. Ocupará dos terminales del puerto. Su gemelo, el Allure of the Seas, vendrá a Barcelona en septiembre del 2015.

SEnDYa debe de estar todo listo para su llegada.

-Sí. Cuando se imprimen los catálogos con la oferta para vender un crucero en las agencias, tiene que estar ya todo cerrado. Por eso se necesitan dos años. Nosotros, que trabajamos con cruceros medianos de gran lujo, acabamos de conseguir un nuevo cliente y la operativa para ese crucero no se llevará a cabo hasta el 2016.

-¿El consignatario es el representante del barco en cada puerto?

-Sí, es su gran aliado. Va organizando todo entre bambalinas con el armador, antes y durante la llegada del barco y, en mi caso, en cada una de las escalas que hace por toda la península. Y hasta que se va.

-¿Qué ofrecen los cruceros de lujo?

-Todo lo que se pueda imaginar, y más. Desde piscinas de olas para hacer windsurf, toboganes que parece que entren en al mar, rutas de jogging, tratamientos de bótox, rockódromos, teatros, cines, conciertos, spa... En un crucero están prácticamente todos los empleos que puede haber en una ciudad. Sobre todo si se es joven, se convierte en una oportunidad de trabajo. Alojamiento y manutención son gratis y se gasta poco. Eso sí, trabajar en el barco significa vivir en él.

-¿Dónde se oferta el empleo a bordo?

-Hay agencias especializadas en ello.

—¿Y si se va como pasajero, algún consejo para elegir crucero?

-Hay que fijarse bien en el contrato, asegurarse por ejemplo que las bebidas estén incluidas en el paquete, aunque cada vez hay más tarifas planas que lo incluyen todo. Y contemplar los cruceros temáticos, más acordes a unas edades y gustos, como los de pensionistas, solteros o enoturistas.

-En turismo de cruceros, Barcelona está en la cresta de la ola. Su móvil debe de sacar humo estos días...

-Sí, sus playas, el aeropuerto internacional y las obras de Gaudí son nuestro gran anzuelo. Del 16 al 18 de septiembre próximo Barcelona acogerá por primera vez la Seatrade Europe, la cita más importante del sector de cruceros del continente.