UNA ESPECIE PROTEGIDA

El chorlitejo patinegro desaparece del espacio natural de Els Muntanyans

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zentauroepp44371081 chorlitejo180720152813 / JAVIER MORA LORES

Beatriz Pérez

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Una playa de siete kilómetros une los municipios de Torredembarra y Creixell, ambos en Tarragona. Sobre ella se extiende un gran espacio natural protegido (categorizado como tal desde 1992) llamado Els Muntanyans, formado por dunas naturales y pequeños humedales salados que aún conservan buenas muestras de vegetación y fauna del Mediterráneo central. En él nidifican aves migratorias como el chorlitejo patinegro ('charadrius alexandrinus'), cuya presencia aquí comenzó a registrarse en los 80. Pero este es el primer año que los ecologistas no han detectado ningún ejemplar de esta ave en Els Muntanyans.

Las únicas dos parejas de chorlitejos que quedaban en la zona se han mudado a la playa urbana de La Paella, en Torredembarra, a unas dunas experimentales (delimitadas con cuerdas y a las que no pueden acceder las personas) que los ecologistas, tras obtener el permiso de la Administración, construyeron en el 2012 para la supervivencia de esta especie protegida con la categoría C. Por paradójico que resulte los chorlitejos de Torredembarra sobreviven a duras penas en la urbe, rodeados de chiringuitos, campos de voleibol y carruseles de feria típicos del verano, y no en un espacio natural, idóneo para su conservación, como son Els Muntanyans. Este es un ejemplo más de cómo la presión humana, especialmente intensa en las zonas del litoral y en período estival, está expulsando a las especies de sus hábitats naturales.

Las únicas dos parejas que quedan en la zona se han trasladado a la playa urbana de La Paella

"El chorlitejo patinegro, o 'corriol camanegre' en catalán, es una especie que ha evolucionado para vivir en la playa. Pero el turismo le está afectando", certifica Ramón Ferré, coordinador del Grup d'Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans (Gepec). La entidad, que pertenece a la Federació d'Ecologistes de Catalunya, posee un grupo de ocho voluntarios que desde hace años siguen al chorlitejo patinegro por la zona. Ellos señalan como principal amenaza de este pájaro a los bañistas que acuden a Els Muntanyans con sus perros, a los que dejan sueltos pese a que ambas cosas están expresamente prohibidas.

"Cuando un perro va a la playa para él es como ir a Port Aventura -expresa Ferré-. Que orine y defeque es un problema sanitario. La orina de los perros cambia el quimismo de la arena. Además, hay canes que se comen a los chorlitejos porque los más pequeños, los pollitos, no saben volar". Las cifras son elocuentes: en los años 80 había en Els Muntayans 30 parejas de chorlitejos patinegros (es decir, 60 ejemplares); en el 2000, entre cinco y siete parejas; entre el 2010 y el 2015, tres; en el 2016, dos; y el año pasado solo quedaba una pareja.

Su regresión es tal, que este 2018 no hay ni un solo ejemplar en Els Muntanyans. Y en la playa urbana de La Paella se han registrado recientemente tres huevos robados (se desconoce si por humanos o por perros), un pollito muerto, dos pollitos salvados y tres micropollitos que luchan por salir adelante bajo la constante supervisión de los ecologistas de Gepec en las dunas experimentales.

Medidas de la Administración

Las playas se vuelven, cada vez más, espacios artificiales. En el caso de Els Muntanyans, los ecologistas reconocen que el ayuntamiento intenta dejar la zona "lo más limpia posible" pero, como esta limpieza no se hace manualmente, la maquinaria acaba llevándose también la parte natural de la playa (algas, por ejemplo), necesaria para la supervivencia de las especies. Es verdad que la colaboración de Gepec con la Generalitat y el Ayuntamiento de Torredembarra (al que pertenecen mayoritariamente Els Muntanyans) ha aumentado la ratio de supervivencia del chorlitejo patinegro en la zona en los dos últimos años. El consistorio, además, recibe una subvención de la Generalitat para realizar estudios de la nidificación del chorlitejo en el municipio y ejecutar tareas de protección. Pero los ecologistas reclaman mayores esfuerzos. 

"La gente sabe que la policía no pone multas, por eso va a la playa con perro", explica un ecologista de Gepec

Así por ejemplo, Gepec pide que la prohibición de pisar la playa con perros se amplíe de febrero a agosto (los meses en que el chorlitejo nidifica en el litoral) y deje de estar acotada solo al verano. También exige al consistorio que multe a quienes se saltan la norma. "La prioridad del ayuntamiento es informar antes que sancionar. La presencia de perros en la playa en verano está prohibida y si no se sanciona es porque no se detecta en el momento en que se produce, no por permisividad", señalan fuentes municipales a este diario. Son las mismas que confirman que en el 2017 y en el 2018 no se ha puesto ninguna multa a ningún usuario de la playa de Els Muntanyans.

"Llevamos 30 años así", se queja Ramón Ferré. "La gente sabe que la policía no pone multas y por eso va a la playa con perros". El "descontrol" de la entrada de los canes en Els Muntanyans, mezclado con la densificación de la vegetación, ha acabado por "extinguir" a la especie en este espacio natural porque, paradójicamente, aquí está "menos protegida y menos vigilada" que en la playa de La Paella. Allí, al menos, los perros van atados.

Un pájaro playero

El chorlitejo patinegro (también llamado frailecillo blanco o pollito de mar) es un ave <strong>demasiado especializada</strong> en playas y, por eso, a diferencia de otras especies como los lobos o los osos, no puede huir a otras zonas. Esto lo convierte en un pájaro muy amenazado. El 90% de los chorlitejos de Catalunya nidifican en el <strong>Delta del Ebro,</strong> que posee la principal población ibérica. No se sabe a ciencia cierta cuántos ejemplares de esta ave hay actualmente en Catalunya porque las cifras del <strong>Institut Català d'Ornitologia (ICO),</strong> que en el 2020 tendrá una actualización del nuevo 'Atles dels ocells nidificants de Catalunya', son de hace 15 años. <strong>"Entre 1999 y el 2002, había 1.850 parejas</strong> de chorlitejos. Las cifras apuntan a que hay menos porque parece que hay una reducción considerable en el Delta y, en consecuencia, en toda Catalunya", relata <strong>Sergi Herrando,</strong> director científico del ICO. <span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">En palabras de Herrando, el chorlitejo es un pájaro pequeño, que hace movimientos estacionales y que vive en zonas arenosas del litoral, por eso la presión humana sobre él es "espectacular". Y por eso, en última instancia, esta ave es un "buen indicador" del </span><strong style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">estado de la naturaleza.</strong>