Catalunya registra 3.530 personas en situación de riesgo de conducta suicida

La puesta en marcha en el 2014 del Código Riesgo de Suicidio (CRS) ha permitido registrar 3.530 casos de personas que se han encontrado en una situación de riesgo de una conducta suicida desde entonces, la mayoría de ellas mujeres, el 64,4%.

El 'conseller' de Salut, Antoni Comín, ha facilitado los datos durante la presentación del documento 'Recomendaciones a los medios audiovisuales sobre el tratamiento informativo de la muerte por suicidio'. Según Comín, la puesta en marcha del citado CRS ha tenido un efecto positivo y durante el mismo 2014 ya se produjeron menos suicidios --526 personas-- que en los siete años anteriores, un hecho al que también han podido contribuir otros factores, como la mejora del mercado de trabajo, ha reconocido.

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SEGUIMIENTO

El CRS contempla el seguimiento de las personas que han intentado quitarse la vida y, así, el CatSalut Respon ha realizado llamadas de seguimiento en el 91,4% de los casos durante los 30 días posteriores al hecho. Aunque Catalunya tiene una tasa de suicidios del 7,1% por cada 100.000 habitantes, inferior a la del conjunto de España y a la de Europa occidental, es la primera causa de mortalidad prematura entre los jóvenes de 25 a 34 años de ambos sexos, según el 'conseller'.

Como factores de riesgo para decidir quitarse la vida se apuntan los trastornos mentales, los problemas laborales, la desesperanza y un estado de conciencia alterado, han apuntado miembros de la asociación Después del Suicidio-Asociación de Supervivientes (DSAS).

Estudios realizados estiman que, por cada persona que muere por suicidio hay 20 que lo intentan aunque, como no se registran estas tentativas, no se dispone de datos reales. Uno de los objetivos del Plan de Salud de Catalunya 2016-2020 es reducir la mortalidad por suicidio un 10% para el año 2020, ha añadido Comín. 

RESPETO

La presidenta de DSAS, Cecília Borràs, ha pedido a los medios de comunicación y a los periodistas que informen de las muertes por suicidio de forma adecuada y respetuosa, ya que pueden ayudar a prevenirlos. El documento aborda las 12 recomendaciones sobre el tratamiento de la muerte por suicidio en los medios de comunicación audiovisual, como que se use la expresión "ha muerto por suicidio" antes que la de "se ha suicidado", para equiparar la muerte por suicidioa otras causas de fallecimiento, como los accidentes o enfermedades.

El hecho de hablar de la muerte por suicidio no supone necesariamente, ha explicado Borràs, incitar a esta conducta ni provocar su contagio, denominado "efecto Werther", aunque sí puede haber una relación entre el tratamiento inadecuado de la información sobre el suicidio y un posible incremento de este tipo de muerte entre la población de riesgo.