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El amago de privatización centra el primer debate sanitario en 30 años

À. G. / BARCELONA

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Un goteo de intenciones impulsadas por Boi Ruiz al frente de la Conselleria de Salut y no debatidas en el Parlament, sobre las que la oposición ha visto planear amagos de privatización generalizada, unido al drástico recorte presupuestario  que la Generalitat ha impuesto en el sistema sanitario en los últimos cuatro años, ha roto la confianza de los parlamentarios en la red que atiende la salud de los ciudadanos. Por primera vez en los últimos 30 años, el Parlament celebrará hoy un debate monográfico centrado en la gestión sanitaria, a instancia de los grupos de ICV-EUiA, PSC, CUP y Ciutadans. El pleno se puede seguir en directo desde las 09.00 horas en la web de EL PERIÓDICO.

Entre los motivos que sostienen este debate se encuenta el entramado judicial en que se encuentra la empresa Innova, vinculada al Hospital Sant Joan de Reus y al ayuntamiento de esta localidad, por el que están imputados exaltos cargos de Salut, y el intento de integrar en un único consorcio público toda la asistencia sanitaria de Lleida, proyecto que la Generalitat dejó en suspenso hace un mes. También figura entre los elementos a debatir la creación del proyecto Visc+, por el que Salut pretende ceder los datos sanitarios de los ciudadanos a instituciones dedicadas a la investigación médica.

"Salut no está dando explicaciones en el Parlament sobre asuntos que deberían haber sido objeto de debate", indicó Marta Ribas, de ICV, que citó entre esos asuntos la configuración jurídica que enmarcará al Hospital Clínic -el Parlament dejó en suspenso la pretensión de Salut de crear una fundación en la que participaran los médicos-, y el marco legal que rige la red de centros concertados. "Es necesario revertir los recortes, hacer sostenible el sistema e integrar mejor los temas sociales con los sanitarios", añadió.

LAS ESPERAS

Los usuarios del sistema siguen aprobando los resultados asistenciales, sostenidos por el esfuerzo del personal médico y de enfermería, pero sufren y denuncian las dificultades para acceder a los servicios. "Las listas de espera han crecido de forma desmesurada y eso, a corto plazo, se traduce en gran malestar -afirmó Marina Geli, exconsellera de Salut y diputada de MES-. Esto, y la caída del presupuesto, han roto la confianza en la política sanitaria". Geli propone crear un "fondo de reserva" sanitario, similar al que protege las pensiones.

En opinión de Isabel Vallet, de la CUP, el modelo sanitario que incluye la red de centros públicos concertados ha conducido a la opacidad, por lo que propone su nacionalización. "Todos los centros deben integrarse en una única red, de propiedad y gestión pública-indicó Vallet-. El CatSalut no debería contratar actividad de la red concertada, sino planificar y gestionar esa red". Un elemento distorsionador de esta confianza, coinciden, ha sido la contratación de actividad a los hospitales del Sagrat Cor y Hospital General de Catalunya, propiedad del grupo inversor IDC Salut. «Es la primera vez que se concierta con una empresa privada con ánimo de lucro», advirtió Geli. Por todo ello, Ribas y Vallet tienen previsto proponer hoy un replanteamiento del mapa sanitario. Un cambio del modelo asistecial.