Gente corriente

Alejandro Sánchez: «La fuga de cerebros nos impide ser competitivos»

Doctor en Ciencias Físicas y uno de los 174 trabajadores del sincrotrón Alba de Cerdanyola del Vallès.

«La fuga de cerebros nos impide ser competitivos»_MEDIA_1

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CARME ESCALES

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Al pie del parque natural de Collserola, entre las poblaciones de Cerdanyola y Sant Cugat del Vallès, hay un edificio circular con aspecto de platillo volante o donut gigante. Es el sincrotrón Alba, el acelerador de partículas que fabrica una luz de intensidad un billón de veces mayor que la del Sol. Son las gafas más potentes de que dispone la ciencia en el suroeste de Europa desde el 2013. Alejandro Sánchez (Albacete, 1958) ayudó a ponerlas en marcha y hoy es su director adjunto. De niño ya se preguntaba por qué el cielo es azul y cómo se mueven los trenes.

-¿Qué tipo de preguntas se hace hoy?

-A nivel personal siento una curiosidad especial por el funcionamiento de los ordenadores. Me pregunto cómo pueden esos cerebros de materia inerte presentar gráficos, operaciones matemáticas o simulaciones. A pesar de mis años de estudio y experiencia en España, en Estados Unidos y en Bruselas, en proyectos de investigación europeos, mi capacidad de sorpresa sigue ahí.

-¿Qué retos científicos pueden contribuir a resolver herramientas como el sincrotrón?

-Desde el estudio de materiales y de medicamentos para curar, por ejemplo, hallando una fórmula que acabe con el virus del ébola o que erradique el cáncer, hasta almacenar la máxima información en el mínimo espacio. Los retos son muy amplios en cada campo.

-¿Cómo define lo que es el sincrotrón?

-Es un microscopio de rayos X de muy alta calidad, una fuente de luz muy brillante, con una resolución que permite distinguir la posición de un átomo respecto de otro.

-¿Por qué es redonda la instalación?

-Porque los rayos X se producen cuando giran los electrones, por eso se les hace girar en ese espacio de 270 metros de circunferencia en el que dan un millón de vueltas por segundo, la velocidad de la luz.

-¿Cómo se da a conocer lo que hacen?

-En conferencias y visitas con reserva. En Expoquimia [del 30 de septiembre al 3 de octubre en la Fira Gran Via] haremos una exposición para empresas del sector y los asistentes podrán visitar el sincrotrón.

-¿Cuáles son sus aplicaciones?

-El acelerador de partículas es una herramienta muy versátil, muy interdisciplinar. Su luz permite estudiar todo tipo de materiales: metálicos, plásticos, polímeros, semiconductores, magnéticos, biológicos... Y también experimentar y observar reacciones químicas a muy alta presión y con mucha precisión. El resultado se ve a través de cámaras fotográficas capaces de registrar hasta 1000 imágenes por segundo y con una resolución muy alta.

-¿Quién utiliza el sincrotrón?

-Biólogos, geólogos, físicos, conservadores de museos que analizan la composición de muestras del patrimonio para detectar, por ejemplo, la época de sus materiales o una posible falsificación. Empresas automovilísticas han realizado aquí pruebas para tratar de mejorar las baterías de sus coches, y los farmacéuticos investigan nuevos medicamentos. La mayoría de usuarios son científicos de otros laboratorios.

-¿A quién pertenece este acelerador?

-Su titularidad es pública. El 50% es de la Generalitat y el otro 50% del Estado. Por eso es interesante potenciar su uso y que de él reviertan beneficios para nuestra sociedad.

-Muchos investigadores que pueden se van de España a otros países o truncan su desarrollo científico por falta de recursos.

-La fuga de cerebros nos impide ser competitivos. Es una pérdida de conocimiento brutal. Deberíamos pensar que el dinero que invertimos en formar a esas personas podría revertir a nuestro país generando empresas no especulativas, que añadan valor con un producto nuevo y creen puestos de trabajo. Innovar e investigar es clave para una economía potente.