Gente corriente

Alberto Montenegro: «La petición de boda al cruzar la meta es típica»

Excorredor de medios maratones, ahora es la voz que anuncia podios. Y la primera mano que el atleta choca en la meta.

«La petición de boda al cruzar la meta es típica»_MEDIA_1

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CARME ESCALES

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Hay voces, imprescindibles y anónimas, que suman palmarés sin competir, como las de los niños de San Ildefonso, que tiemblan de nervios después de cantar un premio gordo de la lotería. La de Alberto Montenegro (Barcelona, 1978) levanta la emoción de quien espera subir al podio. Este año ha cantado medallas de oro de balonmano y waterpolo. De sus cuerdas vocales salen también ánimos, orientación y entretenimiento durante las largas horas -hasta 17 en un ironman- de carrera o espera en circuitos de pueblos y ciudades de Catalunya donde Montenegro es altavoz en el deporte popular.

-¿Cuando son 17 horas tiene un guion?

-No. Cuento básicamente con los consejos que la organización me da para que transmita -«recordad, los del gorro amarillo saldrán a tal hora; en el kilómetro tal hay un punto de avituallamiento...»-. A las 6.30 horas ya estoy en los boxes, donde se guarda el material. En el ironman -3.800 metros a nado; 180 kilómetros en bici y 42 a pie- hay tiempo para vivir y contar muchas historias.

-Por ejemplo...

-Muchas son entre los propios atletas, sobre lo que les va pasando. Uno de ellos puede haber pinchado antes de salir y lo dices por megafonía: «el compañero con el dorsal x ha pinchado y necesita una cámara para su bici». Y te quedas parado de la solidaridad entre ellos. Al momento tienes a un corredor que le lleva una de sus cámaras de repuesto. Durante la carrera, vas narrando lo que pasa y, como periodista que soy, me gusta ir aportando datos. Por ejemplo, quiénes son los favoritos. Animas, das las gracias por participar, y transmites emociones. Das a conocer historias que hay detrás de un dorsal, como el apoyo a la investigación de la fibromialgia que promueven algunos participantes con una simple pulsera; el coraje y la fuerza de atletas, como el tercer paciente de esclerosis múltiple inscrito en un triatlón de larga distancia, en Calella; o peticiones de mano, para las que me piden colaboración.

-¿Como altavoz del momento?

-Cuando veo que un atleta, después de cruzar la meta viene hacia mí y lleva colgada en el cuello una cadena con un anillo... ya está. Sí, la petición de boda al cruzar meta es típica. Incluso los de élite lo han hecho, como Miquel Blanchart [atleta sabadellense medallista internacional de larga distancia]. Le pidió matrimonio a su novia al acabar en Calella el Challenge Barcelona-Maresme.

-Ha sido speaker en Mundiales de waterpolo, triatlones, remo, supermotard, hockey sobre hielo... En el Mundial de básquet, en Granada, locutó en inglés. Repasemos su agenda del pasado fin de semana.

-Empezó el jueves por la tarde, cuando presenté el Correbarri, que se hará el 12 de octubre en Barcelona [carrera que, como el Maratest, él ideó]. El viernes por la mañana presenté la Garmin Barcelona [se celebra mañana], que no locutaré porque coincide con el Ironman de Calella, donde sí estaré. Por la tarde, presenté la Challenge 10K, un circuito de 15 carreras de 10 kilómetros en Barcelona. El viernes por la noche me anularon una carrera en Santpedor que tenía que hacer el sábado por la mañana. El sábado por la tarde locuté las supercopas femenina y masculina de waterpolo y el domingo, la Cursa de la Mercè, de 9.30 a 11.30 horas, antes de la lluvia.

-Su carrera de speaker corre paralela al auge del running como deporte popular.

-Sí, yo hice medios maratones del 2000 al 2005 y, cuando empecé, igual éramos 2.000 inscritos, si llegaba. Hoy pueden llegar a 15.000 los participantes. Aunque, en estos momentos, tal vez la burbuja del running haya petado ya. Muchas carreras tradicionales en pueblos se están perdiendo y el precio de algunos dorsales sube.

-¿Hay algo que quisiera poder locutar?

-Unos Juegos Olímpicos. Me encantaría. Y me gustaría probar el doblaje en cine.