el principal agresor sexual

Abel Pérez, el Joaquim Benítez del 'caso Maristas' de Chile

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Guillem Sànchez

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Abel Pérez Ruiz es el profesor de Matemáticas con el que ha estallado el escándalo de pederastia en los colegios maristas de Chile. La emisión de un reportaje del Canal T13, a finales del pasado mes de agosto, que incluía el testimonio de Hernán Martínez -un exalumno que aseguraba haber sufrido abusos por parte de Pérez- abrió la caja de Pandora.

La organización marista, sin embargo, estaba al corriente de los abusos de este hermano desde el 2010. Ese año, una familia comunicó a la orden educativa que su hijo había sido agredido sexualmente por Pérez. En Chile acababa de explotar el 'caso Karadima'. Este sacerdote bien conectado con las clases altas chilenas fue acusado de pederastia y la noticia conmocionó al país. En este contexto de sensibilización social ante los abusos sexuales, Pérez confesó.

La orden decidió apartarlo de la docencia a los 63 años y enviarlo a Perú. Pero no informó a la justicia chilena. Tras la emisión del reportaje en agosto, los maristas hicieron que regresara de nuevo a Santiago de Chile. Ahora está en la Casa Provincial, la residencia de la orden, junto a Jesús CastañedaAdolfo Fuentes y Armando Alegría, tres hermanos acusados también de pederastia. 

La emisión del reportaje sobre Pérez motivó una reunión de exalumnos en el instituto Alonso Ercilla de Santiago de Chile el 14 de septiembre. Allí tomaron la palabra diversos hombres que, públicamente, se identificaron como víctimas del hermano Pérez. Pero también se escucharon más nombres de agresores sexuales. El primero en sincerarse fue Jaime Concha, que fue atacado reiteradamente por dos docentes –Pérez y José Monasterio– mientras estudió en esta escuela entre 1973 y 1980. La revista 'The Clinic' publicó nuevos testimonios de víctimas que detallaban abusos que atañían a más hermanos. 

A raíz del encuentro en el Ercilla, epicentro del escándalo, se recordó también un precedente acontecido durante la década de los 90 en el mismo centro. Miguel Ángel Katalinic, un profesor laico que había estudiado en el mismo colegio y había dejado a medias su ingreso a hermano marista, fue expulsado por mantener relaciones sexuales con un alumno. Años más tarde, fue detenido por posesión de pornografía infantil. Emergió también el episodio de Luis Cornejo, un hermano chileno que ha acumulado ocho denuncias por abusos perpetrados en un colegio marista de Quillota (Chile) y que actualmente se encuentra en estado vegetal al ser apuñalado en Bolivia en circunstancias no aclaradas. 

Cuarenta años bajo sospecha

Pérez comenzó a ejercer de profesor en 1974. Hasta el 2010 estuvo en contacto con alumnos de varios colegios maristas. También fue enviado a Bolivia. Ejerció sobre todo en el Ercilla y en la escuela de La Pintana –una de las zonas más pobres de Chile–. Contra Pérez hay 19 denuncias de alumnos de ambos centros. Varias de estas, por abusos perpetrados entre el 2006 y el 2008, siguen vigentes. La ley chilena, parecida a la española en este aspecto, prescribe todos los delitos sexuales que la víctima no haya denunciado antes de cumplir los 23 años de edad. 

Sobre el resto de docentes investigados por pederastia no han recaído denuncias no prescritas. En Chile la situación es parecida a lo que ocurrió con el 'caso maristas' destapado por este diario: de los 12 profesores denunciados en España, únicamente Joaquim Benítez, el profesor de educación física de la escuela de Sants-Les Corts de BarcelonaSants-Les Corts , será juzgado. Benítez, como Pérez en Chile, también fue el primer docente denunciado, el autor de una confesión silenciada por los maristas, el que ha acumulado más denuncias y el que hizo saltar por los aires el muro que tapaba los abusos cometidos por otros docentes.