ASALTADA EN OCTUBRE

La policía detiene a 17 personas vinculadas con el robo a Kim Kardashian en París

Los ladrones se llevaron objetos, en su mayoría joyas, valorados en unos 10 millones de euros

Kim Kardashian se enfrenta a una demanda de 64 millones de euros

Kim Kardashian se enfrenta a una demanda de 64 millones de euros / periodico

EVA CANTÓN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

 

Tres meses después del espectacular robo sufrido en París por la mediática estrella de la tele realidad norteamericana Kim Kardashian, la policía francesa ha detenido este lunes a 17 personas sospechosas de haber participado en el golpe. La redada ha tenido lugar en París, en la periferia de la capital y en el sur de Francia. La mayoría de los arrestados tiene antecedentes por atracos a mano armada y pertenecen a bandas bien experimentadas. El más joven tiene 23 años y el mayor 73.

La brigada de represión de la delincuencia ha dado con ellos no sólo gracias a las imágenes de las cámaras de vigilancia que les captó saliendo del palacete donde se alojaba la estrella en el momento del atraco, sino  también por el ADN de uno de los asaltantes hallado en las esposas de plástico que usaron para maniatar a Kardashian.

Los investigadores han seguido igualmente la pista de las huellas presentes en una pequeña cruz de platino que los saqueadores perdieron en su huída y que se encontró un viandante en la calle. El cotejo de las huellas con el Fichero Nacional de Huellas Digitales permitió a los agentes identificar a uno de los sospechosos, descrito como “un viejo conocido” de la policía judicial de París

OSTENTACIÓN EN LAS REDES

El pasado 29 de septiembre, Kim Kardashian se encontraba en París para asistir a la Fashion Week, la semana de la moda que se celebra anualmente en la capital francesa. La estrella colgó en su cuenta de Instagram una foto donde aparecía con uno de sus habituales escotes de vértigo y mostrando en la mano izquierda un anillo de diamantes de 20 quilates regalo de su marido, el cantante Kanye West, valorado en 4 millones de dólares.

Como era su costumbre, la estrella aireaba su tren de vida en las redes sociales y desde su llegada a París una nube de paparazzis se apostó convenientemente ante el palacete Pourtalès en el que se alojaba, un edificio cercano a la Opera del distrito 8 de la capital. 

Tres días más tarde, en la noche del 2 al 3 de octubre, dos hombres vistiendo falsos uniformes de policía irrumpieron en su habitación, encañonaron a Kardashian, la maniataron y la amordazaron y se hicieron con un botín de unos 9 millones de dólares en joyas, entre ellas el famoso anillo.

Poco antes de las 3 de la madrugada, cuando la estrella televisiva logró desatarse llamó a su guardaespaldas, que en el momento del robo acompañaba a una hermana de Kardashian a una discoteca. Las cámaras de vigilancia del edificio grabaron a los asaltantes yéndose caminando o en bici tranquilamente.

Cuando trascendió la noticia de un robo que dio la vuelta al mundo, ni siquiera la clase política francesa se abstuvo de instrumentalizar el suceso y miembros de la oposición municipal criticaron la falta de seguridad de la capital francesa.