FESTIVAL DE SITGES

El bucle de la vida

El director Mike Cahill explora la reencarnación en 'Orígenes', hermana espiritual de su debut, 'Otra Tierra' La barcelonesa Astrid Bergès-Frisbey actúa en el sugerente y poético filme

La barcelonesa Astrid Bergès-Frisbey, en Sitges.

La barcelonesa Astrid Bergès-Frisbey, en Sitges.

JUAN MANUEL FREIRE/SITGES

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El director Mike Cahill llamó la atención en el 2011 con Otra Tierra, un drama sobre la pérdida disfrazado de película de ciencia ficción. Fue bien recibida en Sitges, donde obtuvo el premio a la mejor actriz (Brit Marling). Tres años después, Cahill volvió ayer al festival con otro relato misterioso y sugerente sobre los vacíos sentimentales.

Orígenes es la exploración de un romance -entre el biólogo molecular Ian (Michael Pitt) y la modelo volátil Sofi (Astrid Bergès-Frisbey)- y también de la posibilidad de la reencarnación. Cahill -que vuelve a contar aquí con su musa Brit Marling, aunque solo como actriz y no también coguionista- abraza sin miedo la emoción, la poesía y otros conceptos algo desusados en tiempos tan irónicos como los nuestros. «Ahora mismo existe un extraño miedo al sentimiento», nos contaba ayer Cahill. «Un miedo a la sinceridad. Ser cool siempre gana. ¿Y sabe qué le digo? Que le jodan a eso».

Cahill ha crecido como cineasta; está el mismo fluir líquido de su predecesora, lo que él describió como «cine que te invita a bailar», pero las composiciones son más cuidadas y se le nota, en general, muy seguro de sus capacidades. «Quizá haya ganado en confianza -dice-. Pero cada proyecto es una aventura. Estás construyendo algo nuevo desde el primer plano».

El sonido vuelve a ser, de nuevo, tan importante como la imagen. «Hay una escena traumática en la que no escuchamos la voz del protagonista», dice Cahill. «Y eso es porque cuando sufres una de estas experiencias puedes perder uno de los sentidos. Todo es de un modo por un motivo. También son importantes las canciones de Radiohead y The Dø». Fue Astrid Bergès-Frisbey quien eligió la segunda. Cahill quería usar un tema de Swans, pero la actriz nacida en Barcelona sugirió que su personaje sería más fan de The Dø.

Astrid no cree tan firmemente como Sofi en la reencarnación. «Yo me sitúo en un término medio», dice. «Es el punto medio de la película y de Cahill. De algún modo, también los científicos observan la ciencia como una religión y pueden llegar a vivir como curas. Creo que en el mundo hay sitio para todos, para todas las visiones».

«Cuando me llegó el guion no buscaba un proyecto americano», dice la que fue Syrena de la cuarta Piratas del Caribe. «No buscaba como una loca la forma de hacer otro proyecto en Estados Unidos, para no cerrarme esa puerta. Como actriz podía crecer más en mis propios países -España y Francia, donde se crió y ahora reside-, hablando mis idiomas, defendiendo mis raíces… Pero entonces me llegó este guion y a la cuarta página me quedé clavada».