PSICOLOGÍA

Cómo ayudar a un familiar con depresión: 5 pautas para aliviar el dolor

La depresión es una de las enfermedades del siglo XXI que afecta tanto a quien lo sufre como a su entorno

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Ángel Rull

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La depresión es uno de los problemas más presentes en terapia psicológica. Sus síntomas van desde la tristeza profunda, hasta la irritabilidad, pasando por problemas con la alimentación y el descanso. Pero no solo afecta a quien la padece, sino que todo el entorno puede verse alterado por esta enfermedad.

Saber qué síntomas aparecen y cómo los familiares pueden ayudar a la persona es fundamental en el tratamiento de los trastornos depresivos.

Síntomas de la depresión

Dependiendo de la edad y el género, la depresión puede llegar a aparecer con síntomas diferentes pero que cuentan con una base común: un estado de tristeza profundo que les dificulta un ritmo de vida normal.

¿Qué síntomas principales aparecen en las personas que sufren depresión?

  • Estado de ánimo de profunda tristeza o, en algunos casos, irritabilidad.
  • Problemas con el sueño.
  • Falta de apetito, o aumento desmesurado.
  • Fatiga permanente.
  • Sentimiento de culpabilidad, remordimientos y frustración.
  • Triada de la depresión: visión negativa sobre uno mismo, sobre el mundo y sobre el futuro.
  • Falta de placer en actividades de ocio.
  • Enlentecimiento.

Consecuencias en los familiares

La persona que tiene depresión sufre la enfermedad en su día a día. Este modo de vida incapacitante también influye en su entorno cercano, especialmente en los familiares.

Pero, además de los síntomas que aparecen en depresión, también se señalan varias consecuencias derivadas de tener un familiar cercano sufriendo la enfermedad.

  • Sensación de frustración e impotencia.
  • Estados que oscilan entre la neutralidad y la tristeza.
  • Culpabilidad.
  • Pensamientos recurrentes sobre la enfermedad del familiar.
  • Alteraciones en el sueño y el apetito.
  • Ansiedad y sensación de estrés.
  • Preocupación excesiva por la integridad física del otro.

Ayuda en su depresión

Ser capaces de ayudar a un familiar con depresión suele ser una tarea complicada, ya que caemos en pequeños errores que nos limitan. Pensamos que es solo una fase, sobreprotegemos o culpabilizamos al otro.

Desde nuestra posición, siguiendo estas pautas, podremos ayudar a que la depresión se vaya alejando y la terapia psicológica tenga un mejor pronóstico.

1. Genera un entorno de empatía

La depresión es un trastorno en el que la persona no elige su estado de ánimo. Entender que la situación no es voluntaria, nos acerca más a la otra persona y podemos, desde la empatía, comprender mejor su problema.

2. Controla tus emociones negativas

La ira y la rabia son emociones que suelen surgir en los familiares. Esto se debe a la impotencia y la frustración que a menudo se siente por no poder ayudar al otro. Este enfado no ayuda al paciente, sino que le culpabiliza aún más.

3. Elimina la sobreprotección

Uno de los factores que puede perpetuar la depresión es la sobreprotección. Debemos retirar la atención a todos aquellos momentos negativos relacionados con la enfermedad, desde la neutralidad, como en momentos de llanto o queja. Una vez pasada la situación, acercarnos y desviar el foco hacia algo neutro o positivo.

4. Insiste en el ocio

Uno de los métodos que más éxito tienen en la depresión es la activación conductual, el conseguir que la persona salga de su estado apático a través del movimiento. Activar el cuerpo acaba teniendo repercusiones directas sobre el estado de ánimo. Por eso es importante proponer actividades que puedan apetecer a la persona e insistir en su realización.

5. Refuerza los logros

En toda depresión aparecen pequeños momentos de mejoría. Es aquí donde se deben reforzar positivamente los pasos conseguidos, como que la persona cuide su imagen un día o decida salir a dar un paseo. Debemos premiar de forma verbal y con cariño estos avances y nunca castigar los pasos hacia atrás.

Toda persona que se encuentre pasando por una depresión, debe recibir ayuda especializada. Pero nosotros, como familiares, debemos ser parte importante de su tratamiento y mejoría. Por eso, seguir estas pequeñas pautas puede tener repercusiones directas sobre el estado de ánimo de la otra persona.

Ángel Rull, psicólogo.