SANT JORDI 2016

"Señor Ibáñez, ¿para cuándo un Mortadelo de 'Star Wars'?

El dibujante vuelve a congregar multitudes de fans firmando '13, Rue del Percebe' e incunables de sus míticos tebeos

Sant Jordi 2016, en imágenes

Sant Jordi 2016, en imágenes / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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Un joven, Albert, llega con una bolsa y saca algo voluminoso envuelto en una mantita azul... (mala cosa en este siglo de paranoia terrorista). Pero no hay nada que temer: la desenvuelve con extremo cuidado y aparece un ejemplar del integral de ‘13, Rue del Percebe ¡forrado con papel transparente! para que no se estropee. Y feliz de satisfacer una de sus “sanas obsesiones” se lo tiende al “maestro”, quien las ha visto de todos los colores tras tantos ‘sant jordis’ firmando tebeos -“No sé cuántos años llevo, 40, 50…”, asegura con su siempre pícara sonrisa-. Ahí está Francisco Ibáñez, incombustible a sus 80 recién cumplidos 80 recién cumplidoseste marzo, con un arsenal de rotuladores negros con los que, nadie lo duda, no descansará ni un segundo, un ejemplar tras otro, de dibujar a Mortadelo con todos los disfraces que se le ocurren: la araña, la ballena, la abeja, el gusano el caracol, la flor, un búho...

“Hoy es igual que hace tantos años, es como si fuera ayer, porque sigues viendo las mismas caras felices de los niños, que vienen con los ojos como platos con su libro para que se lo firme”, cuenta Ibáñez, que a petición de algunos fans va colando algún dibujo del miope Rompetechos (su personaje favorito), un FilemónEl Jefe y hasta un autorretrato y la portera de ’13, Rue...’.

SONRISAS Y LÁGRIMAS

Tiene razón, esos niños siguen ahí, en las largas colas de fans de todas las edades que ha vuelto a generar este as del cómic en una jornada de seis horas de firmas. Pero uno de ellos, una pequeña de nueve años, rompió a llorar cuando, imponderables de la diada, vio que se quedaba sin firma cuando Ibáñez se levantó porque tenía que cambiar de estand. El padre no desistió y tras seguir al dibujante por media plaza de Catalunya este no falló: un dibujo y un beso para convertir la lágrima en sonrisa.

Sonrisa como la de un chavalín con una camiseta de Mortadelo que le dice exultante: “Es uno de los mejores días de mi vida”; la de un tímido Lucas, que le pregunta: “Le puedo dar la mano?”; o la de Abel, de 8, que le regala un dibujo hecho por él mismo con un número 80 (por su cumpleaños) del que cuelgan Pepe Gotera, Rompetechos, el Botones Sacarino y Mortadelo y Filemón (“Fue idea suya”, apunta su padre). “¡Pero si dibujas mejor que yo!”, le sonríe el autor, que admite que sigue sintiéndose un niño.

'MORTADELOS' INCUNABLES

Como tantos y tantos adultos de la fila. “Tienes que hacer un ‘mortadelo’ de ‘Star Wars’, ya te lo dije en el Salón del Cómic y no me haces caso. Se vendería como churros”, le aconseja uno. Otros le llevan 'mortadelos' incunables: una edición de ‘El sulfato atómico’ de 1969, o un ‘Súper Humor' de 1979 con sus 360 páginas amarillentas y desenganchadas y pegadas con celo. Lo trae Joan, de 42 años, un padre que viene con su mujer y dos chavales a los que ha contagiado la ‘fiebre Ibáñez’. “Está destrozado de tanto leerlo, era mi preferido. Me ha seguido en todas las mudanzas”, revela feliz de que los cuatro de la familia se lleven el preciado autógrafo en otros tantos álbumes y la preceptiva foto con el ídolo.

¿Cuál es el secreto de gustar a tantas generaciones? “¡Eso me pregunto yo cada día!”, se ríe Ibáñez, que se ha hartado de firmar las últimas novedades, los 'mortadelos' 'El tesorero', '¡Elecciones!' y el de los JJOO, ‘Río 2016’, y ’13, Rue del Percebe' (Ediciones B), que lleva ya cinco reimpresiones y 20.000 ejemplares en poco más de un mes. Este Sant Jordi, unos cuantos más: está en el cuadro de honor de los más vendidos. Pero a él lo que le vale son esas sonrisas y, seguro, los “¡Gracias, maestro!” que le han regalado durante toda la diada.