Problema respiratorio

El virus de los bebés causa una epidemia grave en Catalunya

Un bebé tomando el biberón.

Un bebé tomando el biberón. / JULIO CARBÓ

Àngels Gallardo

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Mientras el virus de la gripe se expande en Catalunya entre la población adulta –esta semana ha afectado a 55 de cada 100.000 habitantes sanos (alcanzará el umbral epidémico cuando infecte a 109)-, otro virus menos conocido, especializado en incidir en niños menores de un año, inicia un cierto repliegue tras ocho semanas en las que ha sido arrasador. Los servicios de urgencia pediátricos de los hospitales catalanes han estado saturados de forma recurrente por esta razón, atendiendo a niños muy pequeños que apenas podían respirar. Los padres, lógicamente asustados.

Se trata del virus respiratorio sincitial (VRS), para el que no existe vacuna, que en los dos últimos meses ha provocado el ingreso hospitalario de 521 bebés de pocos meses de vida en los cinco hospitales que han establecido una red de vigilancia de esta infección: Vall d’Hebron y Sant Pau, de Barcelona; Sant Joan de Déu, de Esplugues; Germans Trias i Pujol, de Badalona, y Parc Taulí, de Sabadell.

Ochenta de ellos fueron ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI) ante la evidencia de que la grave infección bronquial que sufrían estaba poniendo en riesgo su vida. El sistema respiratorio de niños de muy corta edad es lógicamente frágil. Con frecuencia, los bebés necesitan respiración mecánica.

Si al bebé se le hunde el esternón cuando respira es necesario trasladarlo al hospital

"Ha sido una epidemia importante, aunque de baja mortalidad -afirma Magda Campins, especialista en Medicina Preventiva en el Vall d’Hebron-. Los bebés afectados no sufren gripe. La infección está provocada por virus distintos contra los que, hasta ahora, no ha sido posible diseñar una vacuna eficaz".

Vacunas que lleguen al feto

El VRS infecta el árbol respiratorio de los bebés, obstruye los bronquios y causa una angustiosa dificultad respiratoria que con frecuencia se transforma en un ahogo evidente del niño.

Campins aconseja llevar de forma urgente al hospital al bebé que tiene que esforzarse para respirar. "Cuando la respiración de un bebé se parece a un gemido y se le hunde el esternón cada vez que consigue llevar aire a los pulmones, por el esfuerzo que ha de hacer, es necesario ir rápidamente al hospital", prosigue la especialista.

El virus respiratorio de los bebés, sujeto a cíclicas mutaciones, no ha sido estudiado con la misma intensidad que el de la gripe. Con frecuencia, las familias se refieren a esta infección como ‘la gripe de los bebés’, aunque se asemeja más a una neumonía que al proceso respiratorio invernal que afecta a los adultos. "No es una gripe, es una bronquiolitis", aclara Campins.

Los ensayos en busca de una vacuna contra el VRS, en preparación, se administrarán a mujeres embarazadas con el objetivo de que el feto en formación desarrolle anticuerpos y el niño nazca con cierta protección frente al virus sincitial.

Las bronquilitis de los bebés evolucionan de forma mucho más rápida que la gripe de los adultos, por lo que los médicos sugieren a los padres que no duden del traslado al hospital del niño aunque no estén totalmente convencidos de qué le ocurre. "Si hace ruido al respirar y tiene un cierto ahogo, es suficiente", insisten los médicos. Este proceso coincide con fiebre alta e inapetencia a la hora de comer.

La situación se complica cuando el bebé que se sospecha sufre bronqilitis por VRS vive en una zona desprovista de pediatras y lejos de un hospital infantil. En tales circunstancias, un médico de familia puede establecer el primer diagnóstico e indicar el traslado del niño al hosptial.

El VRS es objeto de control semanal por parte de los 26 pediatras de centros de asistencia primaria (CAP) adscritos a la red centinela que controla los virus de la gripe, a los que se suman 34 médicos de familia. Estos facultativos obtienen muestras de mucosidad de los pacientes atendidos y las envían al laboratorio de referencia de control de virus respiratorios, vinculado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ubicado en el Hospital Clínic, de Barcelona. Desde aquí se informa al organismo internacional sobre la presencia de virus respiratorios en Catalunya.