ERROR EN EL CONTROL DE UN VIRUS

Una sanitaria se infecta de ébola en el hospital de referencia de Madrid

Personal del Carlos III se equipa para atender a García Viejo, el 22 de septiembre, y zonas precintadas en el Hospital de Alcorcón, ayer.

Personal del Carlos III se equipa para atender a García Viejo, el 22 de septiembre, y zonas precintadas en el Hospital de Alcorcón, ayer.

IOLANDA MÁRMOL / MADRID
MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Todo son incógnitas. Es la primera persona infectada de ébola fuera de África y no hay todavía explicación oficial sobre cómo se produjo el contagio, puesto que a pesar de que la ministra de Sanidad y los máximos responsables de Salud comparecieron anoche, de urgencia, apenas ofrecieron datos. La enferma es una técnica sanitaria que atendió a los dos misioneros españoles fallecidos por el virus en el Hospital Carlos III de Madrid y que se habría infectado atendiendo al segundo de ellos, Manuel García Viejo, fallecido el 25 de septiembre.

La sanitaria -gallega, de 44 años y 15 de servicio en el citado hospital, según informaciones sin verificar- entró en dos ocasiones a la habitación del religioso, una cuando todavía estaba con vida y otra, tras su muerte, para recoger material. El día siguiente del fallecimiento de García Viejo, la enfermera cogió vacaciones y el 30 de septiembre empezó a tener fiebre. Aunque se puso en contacto con las autoridades sanitarias, hasta el pasado domingo no fue ingresada en el Hospital de Alcorcón, según el director general de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, Antonio Alemany, porque su temperatura no llegaba a los 38,6 grados, índice de fiebre que es el primer criterio para el diagnóstico de ébola. Durante esos seis días, no se activó ningún protocolo de aislamiento y solo se realizó el habitual control de temperatura de la infectada. La enfermera permanecía anoche ingresada, con fiebre y estable,  a la espera de traslado al Carlos III.

Fuentes médicas del Hospital de Alcorcón indicaron a EL PERIÓDICO  que la mujer llamó inicialmente al Carlos III  y que allí la derivaron al de Alcorcón (su centro de referencia), adonde acudió sin previo aviso y sin que se tomasen medidas de aislamiento ni precaución. Una vez allí, informó al personal sanitario que había estado en contacto con los dos misioneros fallecidos por ébola y fue entonces cuando se disparó la alerta, según las mismas fuentes.

El Ministerio de Sanidad dijo no tener constancia de que se produjera ninguna exposición accidental al virus.  Pero en opinión de un experto como el jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, el centro de referencia para el ébola en Catalunya, Josep Maria Gatell, la causa solo pudo ser accidental: «Un caso secundario de ébola como este, un contagio fuera del área epidémica de la enfermedad, solo puede ser fruto de un accidente... o de la peor de las malas suertes». En declaraciones a este diario, Gatell insistió en que no debe cundir la alarma: «Con las condiciones de higiene y las precauciones que se toman aquí, solo pudo ser accidental».

PROTOCOLO / La ministra de Sanidad, Ana Mato, llamó ayer a la tranquilidad y afirmó que el Hospital Carlos III observó en todo momento el protocolo recomendado por la OMS.

El principal reto ahora es determinar las posibilidades de contagio existentes. Resultará fundamental averiguar cuanto antes si ha habido nuevas infecciones a partir de la enfermera. De momento, su esposo está bajo control. Las mismas pruebas están siendo realizadas a los tres miembros del Samur que la atendieron el domingo en el Hospital de Alcorcón y a los 30 profesionales sanitarios que trataron en el Carlos III a los dos misioneros fallecidos.

El director general de Atención Primaria de Madrid, Antonio Alemany, dijo que se está evaluando a todas las personas que han mantenido contacto con la sanitaria infectada, aunque no dio datos de quiénes son, ni tampoco aclaró si la enferma salió de Madrid en sus vacaciones. Alemany trató de transmitir calma e insistió en que para que haya contagio «es necesario un contacto directo con las secreciones de un infectado y cuando este ya tiene síntomas».

La ministra apenas intervino en la rueda de prensa, y en su exposición se limitó a afirmar que las autoridades sanitarias trabajan de forma coordinada para ofrecer «la mejor atención a la paciente y garantizar la seguridad de los ciudadanos». Mato aseguró que se han tomado «todas las medidas necesarias», pero no concretó más detalles. La directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, afirmó que ayer por la tarde, cuando se confirmó la infección de la enfermera, se activaron «todos los mecanismos» para obtener los tratamientos contra el ébola.

CRÍTICAS / El registro en España del primer caso de infección por ébola fuera de África hizo subrayar a los sindicatos sus críticas reiteradas durante los últimos meses a la «insuficiente» preparación y seguridad en los hospitales La Paz y Carlos III. El sindicato CSIF alertó en agosto de que el personal solo había realizado un «minicursillo» y que el protocolo de atención «seguía sin estar definido». La Asociación Madrileña de Enfermería seleccionaba este testimonio de un enfermero anónimo de La Paz: «El hospital ha impartido dos charlas informativas (45 minutos) de cómo son los equipos de protección personal necesarios. Por la inexperiencia del personal que las impartía, los trajes se rasgaban, sustituían las calzas por bolsas de plástico, no existían escafandras completas y venían a decir poco más o menos que había que hacer un apaño para cubrirse la cara (...) Otra negligencia fue enviar personal sin formación alguna en Riesgos Biológicos a tratar al primer paciente infectado [en el Carlos III]».

CCOO recordó que Madrid había empezado a desmantelar el Carlos III como centro referencial de infecciosos, operación que ahora ha tenido que dar marcha atrás de urgencia. Y la oposición política exigió más información a la ministra, cuya dimisión reclamó IU.

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