SITUACIÓN DE UNA EPIDEMIA VÍRICA MASIVA

Las cuatro razones que hacen imposible la eliminación del sida

Tapiz en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona para conmemorar el Día Mundial del Sida

Tapiz en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona para conmemorar el Día Mundial del Sida / periodico

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

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Eliminar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida, de la sangre de los infectados es una utopía en estos momentos para la comunidad científica, lo que no impide que se inviertan millones de euros dirigidos a revertir la situación. Los investigadores han descrito los requisitos que deberían concurrir para conseguir la curación del sida, unas circunstancias sin fecha de consecución, que, en cualquier caso, sería difícil universalizar dada la desigualdad social, sanitaria y económica que caracteriza la extensión de la epidemia. 

El doctor Josep Maria Gatell, responsable de la atención de la infección del VIH y el sida en el Hospital Clínic, de Barcelona, uno de los científicos que mejor conocen los mecanismos que emplea el virus para introducirse en las células inmunitarias, entiende que son cuatro los mecanismos necesarios para aproximar la curación del sida. Gatell ve "muy difícil" en estos momentos convertir en una realidad esos objetivos, que, advierte, deberían producirse de forma simultánea.

Los científicos evitan pronunciarse sobre el orden por el que deberían suceder esas condiciones, pero coinciden en la importancia de una de ellas: la que acabaría con la habilidad del VIH para ocultarse en unos reservorios celulares inaccesibles a los fármacos antirretrovirales. En el momento en que el infectado detiene su medicación cotidiana, el virus sale de esa latencia y vuelve a reproducirse a diario de forma multimillonaria en la sangre. Reinicia la infección masiva.

Otro elemento necesario es disponer de una vacuna terapéutica, dirigida a los ya infectados. El equipo de investigación que dirige Gatell en el Clínic, junto al que lidera Bonaventura Clotet en el Laboratorio Irsi/Caixa, de Badalona, investigan en ello.

1.TRATAMIENTO PARA TODOS

El primer requisito para eliminar al VIH es ofrecer tratamiento antirretroviral convencional a la población infectada. Esta es, de hecho, la única condición para la curación del sida que ya está al alcance de la comunidad internacional, aunque su incumplimiento es evidente. De los 36,9 millones de infectados por el virus del sida que existen en el mundo en la actualidad, solo 15,8 millones reciben los fármacos que acotan la infección, indica el último informe de ONUSIDA, el organismo de Naciones Unidas dedicado al sida.

Esta medicación, que deben tomar a diario de forma indefinida los infectados, resulta muy tóxica para el hígado. La industria farmacéutica perfecciona por ello de forma constante estas sustancias -también actualiza su coste- y su administración es cada vez más sencilla. La factura de la terapia antisida es una de las más elevadas para los países que, como España, la financian al disponer de sistemas sanitarios públicos. Más allá del entorno occidental, el tratamiento antirretroviral es una aspiración, inalcanzable para amplios sectores de la población infectada africana y asiática.

Esta medicación elimina de forma casi absoluta las copias del VIH que circulaban por la sangre, un logro fundamental que evita la destrucción del sistema inmunitario, pero fracasa en el intento de acceder a los núcleos celulares en los que el virus queda latente e intacto. Los denominados reservorios desde los que resurgirá si no hay medicación que los amenace.

2.TERAPIA INTENSIVA

El paso siguiente hacia la eliminación del VIH no se realiza en ningún país, aunque se experimenta en esa dirección. Consistiría en incrementar las terapias con fármacos de nuevo diseño, con mucho más potencial antirretroviral. Deberían tomarlos las personas que ya están en tratamiento y mantienen en límites indetectables las copias de VIH que circulan en la sangre. De las 34.000 personas que sufren el VIH en Catalunya (130.000 en toda España), un 48% mantienen en límites ínfimos, no detectables, su carga viral, las copias del VIH que circulan en la sangre. Cerca del 40% de esos infectados, no obstante, desconocen su situación, lo que significa que no solo no reciben tratamiento sino que transmiten el virus a quienes mantienen relaciones sexuales con ellos.      

Diseñar tratamientos intensivos de potencia aumentada es factible, pero no se ha conseguido. Con ese objetivo actúan varios laboratorios que han desistido de dar con una vacuna. El coste de estas terapias también multiplicaría al de los tratamientos convencionales y, como sucede con estos últimos, las innovaciones quedarían al alcance solo de sectores del mundo occidental dispuestos a costearlo.

Sin ellos, no obstante, será difícil movilizar a los virus ocultos y latentes, lo que impedirá la eliminación real del VIH. La administración de esta terapia reforzada suplementaria puede preceder a los tratamientos convencionales, pero no sustituirlos, advierten los especialistas.Su improbable administración general explica la utopía en que se sitúa ahora mismo la curación del sida.

3.ELIMINAR LOS RESERVORIOS

Ese tratamiento intensivo, explica el doctor Gatell, llegaría a "molestar" a los virus que se acantonan en los "santuarios" inaccesibles a los fármacos. "Los movilizaría: con un tratamiento intensivo antirretroviral los virus saldrían de los reservorios, se volcarían en la sangre y los fármacos los eliminarían", explica el especialista. Esos rincones blindados a la medicación no ocultan grandes cantidades de virus, advierte Gatell, por lo que, de conseguir su activación, tal vez no sería difícil acabar con ellos.

No está resultando sencillo el diseño de sustancias capaces de actuar en lugares en los que ha fracasado la veintena de fármacos antirretrovirales comercializados. "Es factible, pero no sabemos como hacerlo", reconoce el especialista. "Nada es imposible, hablando del sida, solo hemos de dar con la solución", enfatiza. Por razones que los médicos desconocen, una pequeña población de infectados por el VIH consigue mantener en niveles muy bajos su carga viral sin tomar medicación antirretroviral. Esa circunstancia, no obstante, concluye de forma imprevisible y el virus inicia su replicación masiva, por lo que resulta muy arriesgado intentar las 'vacaciones' de medicación.

Este requisito es obviamente imprescindible para acabar con el VIH en un individuo. La erradicación del virus que da lugar al sida se considera aún mucho más difícil que poner fin a la infección humana. Solo un virus infeccioso ha sido erradicado hasta ahora del planeta: el que causa la viruela.

4. DAR CON UNA VACUNA TERAPÉUTICA

La cuarta condición necesaria para suprimir la infección del virus del sida es disponer de una vacuna terapéutica con la que tratar a las personas ya infectadas. Este tipo de fármacos permitiría mantener bajo control las copias del virus en la sangre sin que fuera necesario tomar a diario fármacos antirretrovirales. Una sola dosis, o varias durante el año, serían suficientes, lo que reduciría de forma sustancial la toxicidad.

Las investigaciones de Gatell y Clotet mantienen en desarrollo cuatro prototipos de vacunas: tres de carácter terapéutico y una preventiva. Esta última, cuya obtención resulta mucho más difícil que la terapéutica, se administraría a población sana. El mecanismo de acción de una vacuna preventiva sería similar al del resto de vacunas convencionales: potenciaría el sistema inmunitario de los individuos sanos y generaría anticuerpos capaces de reconocer e inactivar al VIH en caso de llegar a la sangre.

Los tres requisitos anteriores y la vacuna terapéutica deberían aplicarse de forma simultánea en las poblaciones ya infectadas. Observando la velocidad con que se expande la infección -con todo, un ritmo inferior al de hace diez años- no es extraño que los científicos vean muy en la lejanía la solución del sida. Pero el VIH, el virus más inteligente de los que afectan al ser humano, no desanima a los investigadores y una buena muestra de ello es la abundante producción científica      

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