ENTREVISTA

Celia Sánchez-Ramos: "Los ojos están preparados para ver con luz, no para mirar la luz"

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Imma Fernández

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Profesora, investigadora e inventora en el área de la protección y prevención de la visión (en la Universidad Complutense de Madrid), la doctora Celia Sánchez-Ramos aconseja reducir el tiempo de exposición a las pantallas y dar más descanso a los ojos.

-Dice usted que padecemos exceso de luz. ¿Explíquese? Ya en el 2001 empecé a investigar los efectos de la luz en los ojos, en la Universidad Complutense de Madrid. Me pareció preocupante el hecho de que estábamos mucho más tiempo expuestos a la luz que antes. 

-¿Qué descubrieron? Hicimos experimentos con ratas y conejos, y luego con tejidos de retina, y vimos que tenían un exceso enorme de luz, algo contra natura. Cada vez estamos más expuestos a la luz energética. Mis abuelos, por ejemplo, solo tenían una lámpara encima de la mesa del comedor, imagínese ahora. En los estudios vimos que la luz azulada-violeta era perjudicial, y que el 21%-24% de la luz que recibes todos los días de la vida contiene azul, que puede dañar la retina, causando una pérdida de hasta el 89% de sus células neuronales. 

-¿Cómo es la luz que emiten los móviles? Los leds que se utilizan en los dispositivos son emisores de luz blanca que contiene mayor cantidad de luz azul; es la más utilizada porque da el tono blanquecino. La mayoría de teléfonos y tabletas tienen esa luz fría e intensa. En las investigaciones hemos observado el deterioro de las retinas (muerte celular), por la radiación de los leds, y que si utilizamos un filtro amarillento disminuye el problema una barbaridad, mejora un 90%. Las luces cálidas, amarillas, son menos nocivas. Además, cuando lees un libro hay una luz reflejada mientras que los smarphones son dispositivos retroiluminados mucho más perjudiciales para la vista. 

-Usted recomienta y ha patentado, entre otros inventos, filtros para lentes y pantallas. Sí, son imprescindibles. Está el filtro CSR para gafas y el Reticare para las pantallas, que se están instalando en oficinas, hogares y colegios. La salud de la vista es fundamental. En la Unión Europea y en EEUU se están estudiando los efectos de los leds. La implantación de la tecnología digital ha sido tan rápida que no ha dado tiempo a obtener resultados en seres humanos, pero más vale prevenir. 

-¿Qué otras medidas propone? Habría que regular la intoxicación por luz, igual que se regula la contaminación por el tráfico y otras cuestiones. El 90% de nuestro ocio es visual. Con el abuso de las tecnologías, hay que tomar precauciones enormes. Empezando por los niños. 

-¿Cómo podemos cuidar la vista de los pequeños? Es muy preocupante la adicción y los riesgos por el uso de las tecnologías por parte de los pequeños. Los móviles se han convertido en un juguete y eso es horroroso, un sinsentido. Para niños de menos de 4 años, deberían estar prohibidos, porque además al tener los brazos cortos acercan mucho los dispositivos. Con la tele no hay tanto problema porque está más lejos. Hasta los 45 meses no está acabado de formar el ojo, por lo que el riesgo en los niños es muy grande. Que críos y adolescentes estén horas y horas con las pantallas no puede ser. Debemos controlar el tiempo de exposición. Hay que alertar del uso en los pequeños, pero a los padres se les va de las manos.

-Hablemos de la miopía. ¿Cómo afectan los móviles? El exceso de acomodación a las distancias cortas produce miopía funcional, la necesidad de aumentar la potencia del ojo. Estamos sometiendo a este órgano a una presión permanente, vemos niños y jóvenes miopes por el abuso de los teléfonos. Luego hay variaciones, como que las personas más miopes son los orientales, más que los occidentales. Otros problemas son los ojos secos, porque ante las pantallas se producen menos parpadeos, e irritados por mantener la mirada fija. Se recomienda usar lágrimas artificiales o suero fisiológico y un protector de pantalla. Ya nos encontramos con muchos niños y jóvenes que sufren visión borrosa y ojos secos e irritados.  

-¿Hay estudios que constatan el aumento preocupante de la miopía? Sí. A modo de ejemplo, una investigación de los países nórdicos ha concluido que en una generación, o sea en 25 años, la incidencia de miopía ha pasado de 1 de cada 10 a 1 de cada 2, entre jóvenes de 20 o 23 años. Es un dato muy significativo y seguramente extrapolable a nuestro país. No podemos renunciar a las tecnologías, pero debemos cuidar los ojos. Necesitan descansar.