Oriol Izquierdo y Dolors Borau

Después de seis años al frente de la Institució de les Lletres Catalanes, Oriol Izquierdo se encontró el pasado enero con el cese en el bolsillo. Su mujer, Dolors Borau, nutricionista, se enfrentó a su segundo brote de esclerosis múltiple. Su respuesta: tirarse a la piscina y abrir Sopa de Lletres, una tienda dedicada a la alimentación saludable.

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No todos los cargos públicos tienen un puente de plata tras dejar la Administración. Oriol Izquierdo se encontró «con unas perspectivas funestas en el mundo de la edición, la universidad y los medios» tras dejar la Institució de les Lletres Catalanes. Solo le quedaban dos asignaturas que había mantenido en la universidad (Historia de la Literatura y Edición de Textos), sin posibilidad de ampliarlas. «Yo estaba de baja porque había tenido el segundo brote de esclerosis múltiple», añade su mujer, Dolors Borau, nutricionista, autora de varios libros y responsable de cursos de nutrición para escuelas, asociaciones y personas con discapacidades.

Y, al lado de su casa, en la calle de Hedilla, de Horta, un local disponible. Así que se tiraron a la piscina, con los mismos ánimos con que habían hecho frente a otros golpes aún más duros. Hace seis meses abrieron Sopa de Lletres, una tienda de comida saludable y de proximidad, con platos preparados a precios asequibles. Y libros para leer y los consejos de dietista detrás del mostrador.

«No vendemos cualquier comida», apunta Izquierdo. Pero la alimentación saludable, explica Borau, no quiere decir necesariamente vender solo comida con sello ecológico, ni aún menos dar gato por liebre con productos-milagro a precio de oro. En su tienda no entran comidas cargadas de sal, ni con grasas hidrogenadas o conservantes. Y sí productos que saben de dónde vienen: legumbres del Maresme, olivas bajas en sal de la Franja, pizzas con verdura fresca y masa fermentada con levadura natural de La Bisbal d'Empordà -«que no te crecen en el estómago»-,

huevos de una granja que integra a discapacitados... Sin integrismos ni modas. «Hay una campaña antileche brutal, cuando, como mediterráneos, siempre la hemos consumido; y en cambio este no es un país de soja, y su introducción está creando alergias e intolerancias», explica la dietista reconvertida en botiguera y algo más. Es el tipo de consejos que pueden encontrar sus clientes. Desde la información que los médicos saben dar a los conocimientos más básicos que antes se transmitían de madres a hijas.

«La tienda come mucho, pero tener tanto trabajo es terapéutico», admite la nutricionista reconvertida en botiguera«Has de cambiar totalmente de rutina. ¡Cada vez admiro más al señor Esteve!», añade Izquierdo. La reinvención de Izquierdo ha sido profesional. Pero su mujer tiene otro volver a empezar diario, el de enfrentarse a su enfermedad crónica. Una experiencia que ha recogido en uno de los cuentos del libro de La Marató«Si me ves ahora estoy estupenda, pero la enfermedad está, y el libro me ha servido para salir del armario. Tengo problemas de equilibro. Camino haciendo eses, y hay gente que hasta ahora a lo mejor me veía y pensaba 'cómo va esta ya por la mañana'», explica riendo.

Al cabo de seis meses, ya tienen más planes, explica Izquierdo: «Queremos ampliar el local para desarrollar actividades culturales relacionadas con la alimentación, además de degustación y libros. Ya tenemos la sopa, ahora tenemos que hacer crecer las letras».