«Llevábamos razón: la bici tenía futuro"

Madrid vive estos días el comienzo de un idilio de amor con la bicicleta. El Ayuntamiento acaba de poner en marcha su servicio de alquiler de bicis y al calor de este anuncio han empezado a emerger manillares por todos los rincones de la ciudad. «Ahora me encuentro con grupos de ciclistas en los semáforos, eso antes era impensable», cuenta entusiasmado Gontzal Largo. Su alegría es doble: como aficionado y como emprendedor. Hace un año, Largo aparcaba su carrera de periodista free lance para montar con Pedro Muñoz, antiguo comercial de piscinas, un local de bicicletas urbanas. Doce meses después, hacen balance: «Ha habido meses buenos y otros no tan buenos, pero nuestro éxito es haber sobrevivido. Auguramos más ventas a partir de septiembre», señala. Acostumbrado a depender únicamente de su talento para escribir, Gontzal se asombra de todo lo que ha descubierto en una temporada sobre los negocios: «No imaginaba que ser empresario era tan complicado».