Robin Wright: guerra a 'Machowood'

Las actrices plantan cara al sexismo de Hollywood, que ningunea el papel de las mujeres delante y detrás de las cámaras

Robin Wright,la intrigante Claire Underwood en 'House of cards'.

Robin Wright,la intrigante Claire Underwood en 'House of cards'.

MARTA ALTARRIBA

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Robin Wright dijo «basta» y le salió bien. No solo eso. La protagonista de 'House of cards' convirtió el martes una rueda de prensa en Nueva York en un tutorial de cómo plantar cara a los ejecutivos de la industria -en este caso, los de la productora Netflix- para conseguir que los salarios de las actrices se tuteen con los de sus compañeros.

«Les dije algo así como: 'Quiero que me paguéis lo mismo que a Kevin' [Spacey, su partenaire en la ficción]. Hay muy pocas películas o series en las que mujeres y hombre se representen igualados y 'House of cards' es una de ellas. Es el paradigma perfecto. Quise aprovechar esta realidad y les dije: «O me pagáis mejor o hago pública esta situación'. Y lo hicieron». Le igualaron el sueldo con el de su marido en la ficción, considerado uno de los actores mejores pagados de la televisión, ya que cobra nada menos que un millón de dólares por capítulo. Robin, que igual que Spacey ha participado en los 52 episodios de la serie, es productora ejecutiva de la misma y quiso remarcar que en algunos episodios, su personaje, Claire Underwood, había llegado incluso a ser más popular que Frank, interpretado por Spacey. Así que no hubo nada más a discutir.

LA LANZA DE PATRICIA ARQUETTE

La actriz, de 50 años y ganadora por este trabajo de un Globo de Oro en el 2014 como mejor actriz de serie de televisión dramática, se ha salido con la suya. Pero esta guerra viene de atrás. La primera en denunciar las diferencias entre actores y actrices fue Patricia Arquette, que aprovechó el año pasado el momento en que recogía un Oscar por su trabajo en 'Boyhood' para reclamar que se pusiera fin a estas desigualdades. «Ya es hora de que tengamos de una vez por todas el mismo salario [que los hombres] y los mismos derechos para las mujeres en EEUU», reinvidicó. Un discurso que, según confesó más tarde, le costó perder algunos papeles.

Jennifer Lawrence también se lamentó de cobrar menos que sus compañeros varones en 'La gran estafa americana'. Lo hizo en una carta publicada en la web de Lena Dunham después de que el pirateo por parte de unos hackers de los archivos de Sony dejara al descubierto que ella y Amy Pascal habían cobrado mucho menos que Christian Bale, Bradley Cooper y Jeremy Renner. «No estoy furiosa con Sony, lo estoy conmigo misma, he suspendido como negociadora porque me di por vencida antes de tiempo», aseguró la protagonista de 'Los juegos del hambre'. Con sus palabras consiguió que la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Estados Unidos abriera una investigación en octubre del 2015, aunque a día de hoy aún se espera el informe con las conclusiones.

PROYECTOS DE STREEP Y BINOCHE

Poco después de la ceremonia de los Oscar del 2015, la veterana y ganadora de tres estatuillas Meryl Streep puso en marcha Writers Lab (laboratorio de escritoras). Tras años reivindicando la igualdad, veía la luz una iniciativa para promover el trabajo de guionistas de más de 40 años.

Jessica Chastain y Juliette Binoche, que más de una vez le ha preguntado a Steven Spielberg y Martin Scorsese por qué sus películas solo están protagonizadas por hombres, han sido las últimas en dar un paso. En marzo presentaron We do it toghether, productora creada sin ánimo de lucro para dar salida a películas realizadas y protagonizadas por mujeres. «Es una manera de empezar una ola que cambie ideas y conciencias», explicó Binoche. Una iniciativa que impulsaron después de comprobar que solo el 7% de las películas más vistas de Hollywood están pilotadas por directoras y que únicamente el 12% las protagonizan mujeres. Un paso más para ocupar un lugar mejor y más digno en el mundo del celuloide. 

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