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Zapatero salva los presupuestos

JOAN TAPIA

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El debate estaba sentenciado porque el Gobierno había logrado los apoyos del PNV y de Coalición Canaria, lo que garantiza el rechazo de las enmiendas a la totalidad. Eso es lo que se vio en la tarde de ayer.

El PP creía que la suma de la crisis y la insuficiencia parlamentaria del Gobierno (se sabía que CiU no votaría los presupuestos en vísperas de las elecciones catalanas) impediría queZapaterolograra aprobar las cuentas del 2011. La consecuencia sería el adelanto electoral. Pero el pacto con el PNV y, en cierta medida, el modesto crecimiento del PIB en el primer semestre han cambiado la ecuación. Habrá presupuestos y no habrá adelanto electoral. Al PP no le queda pues sino insistir en que la política económica es un fracaso total y que la crisis sólo se superará cuandoZapateroabandone el Gobierno. Ayer,Rajoyy el PP adornaron este cuadro con ataques al PNV y Coalición Canaria.

Otra parte del debate discurrió entre la vicepresidentaSalgadoy el portavoz de CiU.Duran Lleidapartía de una contradicción. Había votado el decreto ley de mayo del 2010 pero no solo presentaba una enmienda a la totalidad a los presupuestos (en gran parte hijos del aquel ajuste) sino que mezclaba sus votos con los del PP y de los grupos de izquierda que, por razones opuestas, votaron contra el decreto de austeridad. Por esoDuran, siempre buen parlamentario, atacó en cuatro frentes distintos. Primero, se desmarcó del PP al no criticar el pacto PSOE-PNV. Segundo, insistió en su discrepancia en algunos puntos significativos (congelación de pensiones y exceso en los recortes de inversiones en infraestructura y en I+D+i). Tercero, remarcó que el presupuesto no cumple con la disposición adicional del Estatut en cuanto a inversiones en Catalunya. Y, por último, subrayó que las previsiones no son creíbles porque reposan en un crecimiento del PIB del 1,3%, estimación que organismos internacionales juzgan demasiado optimista. Este punto es polémico, porque el FMI ha modificado algo al alza su previsión y la diferencia entre el 1,3% (Gobierno) y el 0,6% (FMI) no tendría -Salgadodixit-consecuencias dramáticas sobre el déficit.

Pero unos presupuestos realizados bajo el imperativo del recorte del gasto público y la fuerte corrección del déficit son siempre antipáticos. El Gobierno tiene a su favor que el déficit del 2010 se va a cumplir, que ha presentado unas cuentas del 2011 acordes con el ajuste de mayo -asumiendo la inevitable impopularidad que conlleva- y que ha logrado una mayoría parlamentaria favorable, algo que hasta hace poco parecía imposible. Ahora viene lo mas difícil. Ejecutar los presupuestos y que la economía no solo salga de la recesión (en ello estamos) sino que empiece a repuntar.