Turquía rompe el diálogo con la guerrilla kurda, iniciado en 2013

En los últimos años, el PKK ha abandonado el discurso independentista y se centra en reclamar derechos culturales y políticos para la población kurda

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El anuncio por parte de Turquía de la ruptura de las negociaciones que mantenía desde 2013 con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), supone un varapalo para el proceso de paz.

El pasado 25 de julio, tras el ataque de cazas turcos sobre posiciones de la guerrilla kurda en el norte de Irak, el PKK puso fin al alto el fuego que mantenía desde hace dos años. El 3 de enero de 2013, el Gobierno turco autorizó a dos diputados kurdos a entrevistarse con el encarcelado líder del PKK, Abdullah Öcalan, capturado en 1999, poco después de empezar a negociar con el líder guerrillero un plan de desarme.

Dos meses después, el 23 de marzo, Murat Karayilan, jefe militar de la guerrilla del Kurdistán, declaró el cese de las hostilidades contra Turquía. El PKK, de inspiración marxista-leninista, fue creado en 1978 por Abdullah Öcalan para que se reconociesen los derechos de los 15 millones de kurdos de Turquía, y en agosto de 1984 emprendió la lucha armada para conseguir la independencia del Kurdistán.

Desde entonces, unas 45.000 personas -en su mayoría kurdos- han muerto. En los últimos años, el PKK ha abandonado el discurso independentista y se centra en reclamar derechos culturales y políticos para la población kurda como parte de Turquía.