LA CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

El PP trata de dar la vuelta in extremis al 'caso Cifuentes'

Cifuentes, entre Pío García-Escudero y Cospedal, ayer en Sevilla.

Cifuentes, entre Pío García-Escudero y Cospedal, ayer en Sevilla.

Gemma Robles / Julia Camacho

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Intento in extremis del PP de salvar a Cristina Cifuentes antes de entregarla en sacrificio por el escándalo de su máster. El domingo se decidió apostar por una estrategia ya aplicada con éxito por los populares en algunas de sus crisis más sonadas en los últimos años: dar la vuelta a la tortilla política y colocar el foco en el posible origen de la información, en este caso sobre el polémico máster, y no en el aluvión de irregularidades conocidas sobre el mismo. Despues de que El Mundo publicara que ha sido un profesor, militante del PSOE y "resentido" con los conservadores, quien destapó el caso que afecta a la presidenta madrileña, la propia Cifuentes y su consejero Ángel Garrido salieron a la palestra a abonar la teoría de la conspiración socialista. Y a exigir explicaciones urgentes a Pedro Sánchez Ángel Gabilondo.

No perdió ni un minuto la dirigente madrileña en desplegar el plan de defensa convocando a la prensa. Reiteró que ella se matriculó, pagó, cursó y obtuvo el título de mencionado máster. Pero después se centró en la novedad de la jornada: "Hemos conocido informaciones muy preocupantes respecto a este asunto... el portavoz de mi Gobierno, Ángel Garrido, va a hacer declaraciones sobre las mismas… Yo estoy tranquila. Cuando una tiene la verdad por delante, a pesar de lo desagradable que es esta situación, se está tranquila. Confío en la justicia, y que sepamos lo que realmente ha ocurrido", subrayó.

Tras Cifuentes, llegó el turno declarativo de Garrido. Y la artillería pesada para el contraataque. El portavoz tachó de "muy preocupante" que un profesor de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) pudiera haber tenido acceso a los datos académicos de su jefa, algo que "puede ser delictivo". "Y lo más preocupante: que dirigentes socialistas fueran conocedores del presunto delito y no dijeran nada -alegó-. Pido una explicación inmediata a Gabilondo y a Sánchez".

Un carácter de "psicópata"

Según este portavoz, urge que Gabilondo aclare si tuvo conocimiento de "hechos delictivos" y no movió un dedo y si el líder del PSOE o él supieron o se reunieron con el citado docente, que al parecer se hace llamar Profesor P. y que para en entorno de Cifuentes tiene carcaterísticas de "psicópata". "Hasta tal punto llegaba la obsesión de este señor, militante del PSOE, que tenía su pared empapelada al modo de los psicópatas, con árboles de las decisiones sobre los pasos que había que ir dando en esta trama contra Cifuentes", afirmó.

Dirigentes populares como Xavier García Albiol se hicieron eco de la estrategia. Desde la Comunidad y el PP de Madrid se trabajó para su máxima difusión, llegando a extremos sorprendentes: hubo un tuit desde la cuenta del partido regional en la que se pedía que quien tuviese "pistas" para esclarecer "el montaje" contra Cifuentes contactara con el partido. Como era de esperar, la tormenta en las redes sociales quedó servida.

No fue tan lejos Garrido ante los periodistas. Se le preguntó si se atrevía a decir que lo datos sobre las irregularidades del máster publicados (e investigados por la universidad y ahora por la Fiscalía) eran falsos. Evitó responder. Pero aprovechó para sembrar otras dudas. "Si alguien con carnet del PSOE tiene acceso a registros de la universidad de modo ilícito, puede haber hecho cualquier cosa. Introducir, modificar, quitar.... Tienen que aclararlo. Y si se reunió con dirigentes socialistas, que den la cara Gabilondo y Sánchez", remató. Los conservadores ya advierten de que si hay comisión de investigación, estos líderes del PSOE serán citados.