Posdata

Sin pactos no hay partido

ALBERT SÁEZ

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Los estrategas deMasy deMontillahan decidido eludir los hipotéticos pactos de gobierno como uno de los ejes centrales de la campaña. El líder de CiU se limita a salir airoso de las preguntas sobre el tema diciendo que quiere una mayoría suficiente para gobernar solo pero que no descarta acuerdos puntuales con todas las fuerzas. La ventaja en las encuestas y en el medioambiente han alejado aMasde las visitas al notario y de los vídeos estridentes de hace cuatro años. La estrategia decatch all que sigue aconseja esta indefinición y posiblemente le favorecerá en el resultado final. Se trata de sumar todos los votos de los descontentos con el tripartito y de no encabritar a ninguno de sus antiguos partidarios para que se queden en casa y le dejen vía libre al Palau de la Generalitat.

Menos clara aparece la opción que ha tomado Montilla. Sus estrategas aseguran que sus expectativas electorales empezaron a mejorar el día que proclamó aquello de «tripartito, punto y aparte». Es evidente que una parte del núcleo duro de los votantes del PSC no desean la reedición de un pacto con ERC e ICV. Pero ahí no está el problema. El drama es movilizarlos para una derrota sin solución de continuidad.Montillasolo puede sacar a sus votantes de la apatía si les ofrece algún objetivo asequible: condicionar a CiU, sumar un gobierno con ICV, impedir la mayoría absoluta nacionalista o desactivar al PP como tercera fuerza del Parlament. Lo que sea, pero tiene que poner algo plausible ante los ojos del electorado.

Compuestos y sin novia

Mas dramático resulta salir de esta encerrona para los hipotéticos aliados deMasy deMontilla. Ni ERC, ni el PP ni ICV tienen mucho que decir con quienes no quieren sentarse a la mesa para negociar. Por ello han optado por levantar cada uno su particular bandera y ofrecerse como garantes de esa idea desde la leal oposición.