Sin alternativa

Oídos los discursos del debate de investidura, se ha afianzado la idea preexistente de la ausencia de alternativas al pacto CiU-ERC. Al inicio de la pasada legislatura,Artur Maspodía elegir socio entre PSC, PP y ERC. De hecho, empezó con los socialistas, prosiguió con el PP y no acabó con ERC porque disolvió el Parlament. Al inicio de la presente, o pacta con Esquerra o debía repetir las elecciones, ya que la única propuesta diferente, del PSC, conllevaba la retirada prematura del presidente y abortar el derecho a decidir.

De obtener mayoría absoluta, CiU podía modular a conveniencia la promesa electoral de la consulta de autodeterminación. Como ha quedado debilitada, el proceso se acelera paradójicamente y exponencialmente. Hay fecha. Nadie puede saber si se cumplirá, pero el compromiso comporta una legislatura corta. Tanto si se puede celebrar la consulta como si no. Corta y tensa, muy tensa. De confrontación.

Debido al resultado y al pacto conOriol Junqueras, Masha perdido apoyos muy importantes en elestablishmentcatalán. No son pocos, ni poco influyentes, los que entendían lo del derecho a decidir como una vaga y vaporosa amenaza que ya veremos si algún día se cumplirá. Ahora observan, con una inquietud muy lógica, que la cosa va en serio y los acontecimientos se precipitan. El pronóstico, no muy arriesgado, es que, si se cumple la condición imprescindible de la solidez del pacto, con la consiguiente determinación de sacar adelante el proceso, la mayoría volverá a apoyarlo. A regañadientes, pero se conformarán.

Conducen a esta conclusión dos factores, relacionados con las posibles alternativas al proceso soberanista. Una, los planes del PP para Catalunya, que consisten en desactivar el catalanismo y desmontar la Catalunya que hemos forjado en estos 30 años, mediante la implantación del doble sistema escolar; la reducción drástica de la capacidad de autogobierno y ya se puede imaginar que reduciendo TV-3, por la vía del ahogo presupuestario, a la mínima expresión. Dos, mientras no surja desde Madrid y cobre fuerza una alternativa diferente, digamos de soberanía compartida, será imprescindible posicionarse, como ocurre en todas las batallas. O CiU y Esquerra, o el PP. Aún más, los que están a favor de esa otra alternativa,Pere NavarrooJosep Antoni Duran Lleida,solo pueden propiciarla si Madrid entiende que si no se pacta, los catalanes llevarán el proceso hasta el final.