Exdirigentes del PP sostienen que las donaciones del partido no tenían contraprestación

Los exdirigentes del PP citados como testigos, a petición de la defensa del extesorero del partido Luis Bárcenas en el juicio del 'caso Gürtel', acudieron con la lección bien aprendida. Todos ellos negaron los tres puntos fundamentales en los que versó el interrogatorio: que las donaciones recibidas por el partido supusieran algún tipo de contraprestación en forma de adjudicación de obra pública; que el PP dispusiera de cuentas en Suiza, y que en alguna ocasión recibieran sobresueldos, pese a lo que reflejan los papeles de Bárcenas.

El vicesecretario de política autonómica y local del PP, Javier Arenas, el segundo de los exsecretarios generales del partido en comparecer ante el tribunal, aseguró que de la recepción de donativos se encargaba el tesorero, que en su época era Álvaro Lapuerta.

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Añadió que "representaban un porcentaje muy pequeño" de la financiación del partido y que nunca conllevaban contraprestación. Una versión radicalmente contraria a la expuesta por el principal imputado de la Gürtel, Francisco Correa, quien se atribuyó la intermediación necesaria para que empresarios donantes del partido fuesen adjudicatarios de contratos de los ministerios de Fomento y Medio Ambiente a cambio de una comisión que entregaba a Bárcenas.

Y, cada uno con sus palabras, tanto este lunes el exministro <strong>Francisco Álvarez-Cascos</strong>, como este martes, Arenas, el también exsecretario general del PP Ángel Acebes, el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y el exministro Jaime Mayor Oreja, negaron la mayor ante el tribunal.

El expresidente del PP andaluz fue el que más detalles dio. Tras su nombramiento se reunió con Lapuerta y este le dijo que el partido se financiaba con "ayudas públicas, aportaciones de militantes y donaciones", respecto a las que el tesorero que se libró del juicio por demencia sobrevenida le "repitió muchas veces" que "nunca eran a cambio de algo".

Por si aún había alguna duda, negó que Lapuerta, o mucho menos el entonces gerente, Bárcenas, tuvieran entre sus "atribuciones" llamar a directores generales o alcaldes para pedir "tratos de favor". "Ni atribuciones ni capacidad. No la tenía nadie", sentenció el testigo, afirmación en la que coincidió con Acebes y con Mayor Oreja.

SOBRESUELDOS

Todos ellos, con mayor o menor convicción, negaron haber recibido los sobresueldos que figuran como cobrados en la contabilidad paralela manuscrita por Bárcenas. Ninguno supo explicar a qué obedecen esas cantidades, y ni siquiera las pudieron atribuir a una supuesta animadversión hacia ellos por parte del extesorero. Acebes añadió que ni él "ni nadie en el PP" sabe de la "existencia" de una contabilidad B y que siempre declaró sus retribuciones.

También coincidieron en negar que el partido tuviera cuentas en Suiza y Arenas, que utilizó la expresión de que "no le cabía en la cabeza", desmintió haber dado instrucciones para pedir a Bárcenas que se desvinculara de la contabilidad B del partido que confeccionó.

DESPEDIDA DE BÁRCENAS

Arenas, además, explicó que en 2010, al perder Bárcenas el acta de senador, se reunió con él, su esposa y el presidente, Mariano Rajoy, en Génova, en una reunión "más humana que política" en la que "se trataba de despedir a una persona que había trabajado muchos años en el partido". Agregó que "no se hablaron condiciones", pero sí de "cuestiones menores, como que le dejaban una salita para que dejara sus cosas y que si necesitaba un vehículo del partido, lo pidiera". Justificó el encuentro, que no se hizo con otros imputados como Jesús Merino o el propio Lapuerta, en que "el grado de vinculación de Bárcenas con Génova era altísimo".

Por su parte, Acebes negó haber ordenado la compra de acciones de Libertad Digital, pese a que llegó a estar imputado por ello, y dijo no recordar si le comentó a Lapuerta que la sociedad procedería a una ampliación de capital.