Sánchez deja el escaño y lanza su candidatura para volver a liderar el PSOE

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Pedro Sánchez anunció este sábado, pocas horas antes de que Mariano Rajoy fuese investido, su renuncia al escaño en el Congreso de los Diputados. Se trata, dijo durante una emocionada declaración en la que estuvo al borde del llanto en un par de ocasiones, de un “paso a un lado momentáneo”. Porque Sánchez quiere recuperar el liderazgo del PSOE y lanzó su candidatura para las primarias del partido, que tendrán lugar el año que viene.  

“No dejo la política. Vuelvo a empezar en ella como un militante más. En el próximo congreso trabajaré para refundar un PSOE autónomo del PP, donde la militancia haga valer su voz. Estoy en profundo desacuerdo con facilitar un gobierno de Rajoy. Ante la decisión de la gestora de votar en bloque, o me abstenía y quebraba mi palabra o mantenía mi rechazo e iba en contra de una resolución de mi partido. No iré contra mi partido ni contra mi compromiso personal. A partir del lunes cojo mi coche para escuchar a los militantes del PSOE. Vamos a recuperar entre todos el PSOE”, dijo en una comparecencia en la que no admitió preguntas.

COMPAÑEROS NERVIOSOS

Sánchez ha conseguido poner nervioso a todo el PSOE a lo largo de esta semana. A sus fieles, que le impulsaban a desacatar el mandato del último comité federal del partido, en el que se aprobó la abstención. Y a sus adversarios internos, que le forzaron a dejar el liderazgo socialista. La gestora temía que si el exsecretario general se sumaba al grupo de desobedientes este llegara a alcanzar a unos 25 parlamentarios, en lugar de los 15 desacatos que se produjeron al final: ocho del PSOE y siete del PSC.

Con su salida "momentánea", Sánchez no contenta ni a unos ni a otros. Un diputado del grupo de los díscolos dijo sentirse "abandonado" por el exlíder. Y desde el organismo que pilota el partido señalaron que Sánchez volvía a mostrar su "egoísmo" al moverse solo por sus "intereses personales".  

LAS RELACIONES CON EL PSC

“No puedo ocultar cuán dolorosa es la decisión que tomo”, explicó el exsecretario general. En esE momento se detuvo por la emoción. “Pido a la gestora que no escoja el camino de la expulsión del grupo y del partido de quienes no se abstengan”, continuó.

Sánchez también reclamó el mantenimiento de los vínculos entre el PSOE y el PSC, que la gestora quiere cambiar, como publicó el viernes EL PERIÓDICO, forzando la salida de los socialistas catalanes de los órganos del PSOE. “Somos muchos los que defendemos el actual marco de relaciones entre el PSOE y el PSC. Somos muchos los que defendemos al PSC”, dijo.

Y por último, un nuevo guiño a las bases. “En la gestora deberían poner fecha este lunes a la convocatoria del congreso. Los militantes queremos votar para corregir el error de la gestora”, concluyó Sánchez, quien deja su escaño para librar una guerra orgánica. El exlíder ha construido un relato cara al próximo cónclave y pedirá día tras día que este se celebre cuanto antes. Pero la gestora tiene otros planes. Quiere dilatar su convocatoria, porque cree que la cita no se debe reducir a un "cambio de caras", sino que tiene que "reconstruir el proyecto socialista". Su presidente, Javier Fernández,  dejó claro este sábado que el congreso no corría ninguna prisa