Sánchez solo irá a la investidura a ganarla

Pedro Sánchez, al final de su rueda de prensa en la sede del PSOE en Madrid.

Pedro Sánchez, al final de su rueda de prensa en la sede del PSOE en Madrid. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Como un funambulista que quiere avanzar al otro extremo de la cuerda, Pedro Sánchez ha decidido comenzar a dar tímidos pasos, pero con la advertencia de que, en esta ocasión, no seguirá adelante si no hay red que le sostenga. Tras estrellarse en la investidura de marzo, el secretario general del PSOE pide ahora diálogo al resto de partidos para tejer un sostén que le garantizaría el camino hacia la presidencia, en el remoto caso de que consiguiera aunar posiciones hoy antagónicas. Si no lo logra, la operación le podría ayudar a mutualizar la culpa del bloqueo ante el vértigo de unas terceras elecciones.

¿Cuál es el plan concreto? Fuentes próximas al líder socialista detallan que la intención de Sánchez es llamar esta semana a todos los líderes, incluidos Mariano Rajoy y los independentistas -salvo Bildu- para sondear si tiene apoyos, y si es así, presentarse como candidato a la presidencia. Fuentes de la dirección socialista detallan que prevén pocos cambios iniciales en la primera ronda de consultas, pero confían en que se muestren más flexibles en una segunda tanda de encuentros, justo antes de expire el plazo para convocar nuevos comicios, el 31 de octubre. Sánchez se da tiempo para tejer esa red de apoyos hasta el 24 de octubre. Con el resultado de las conversaciones, convocará a su comité federal para tomar una decisión. “Yo no me estoy proponiendo. El PSOE no va a liderar una alternativa que no cuente con los votos necesarios. No voy a liderar una investidura fallida”, señaló para pedir prudencia tras reunirse con su ejecutiva este lunes.

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Sánchez prometió ser “generoso”, pero su comparecencia fue tan críptica que más que enviar mensajes a sus interlocutores parecía darles pistas para que los descifrasen. Con escasa suerte. El secretario general de Podemos respondió al instante que no entendía nada, y eso a pesar de que el jefe del PSOE dedicó buena parte de su intervención a pedir a Pablo Iglesias y Albert Rivera que se sobrepongan al rechazo. Los líderes del cambio ven exiguas posibilidades de entendimiento, pero con un horizonte electoral intimidando, resulta inverosímil que rechacen la reunión. Incluso el entorno de Rajoy da por hecho acudirá a la cita, aún convencidos de que lo único que pretende Sánchez es enfilar la campaña hacia las urnas exonerado de toda responsabilidad.

"INVIABLE" PARA LOS SOCIALISTAS ANDALUCES

Las esperanzas del socialista pasan porque Podemos y Ciudadanos superen posiciones antagónicas en pos de un gobierno de cambio. “Si yo voy a hablar con Rajoy, ¿por qué Ciudadanos no habla con Podemos?”. La respuesta le llegó del PSOE andaluz antes de que Iglesias o Rivera tuvieran tiempo de contestarle. El feudo de Susana Díaz salió a exigirle que no levante falsas expectativas, puesto que un acuerdo entre socialistas, Podemos y C’s es “inviable”. "No engañemos ni distraigamos a los ciudadanos, advirtió el número dos de Díaz, Juan Cornejo, quien admite la “buena voluntad de buscar una solución” pero no ve factible la jugada de Sánchez.

Para los andaluces, el  elemento que podría desbloquear la situación es la renuncia de Rajoy, aunque matizan que eso no implica que el PSOE esté dispuesto a abstenerse con un relevo al frente del PP, informa Julia Camacho