Pedro Sánchez echa el resto contra la "corrupción" de Rajoy

JUAN RUIZ SIERRA / MURCIA

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En una campaña que para ellos ha ido de menos a más, con un inicio adormilado, los socialistas aseguran que han cogido ímpetu en esta recta final gracias la contundencia de su aspirante, Pedro Sánchez, en el cara a cara con Mariano Rajoy. Así que ahora insisten en su misma actitud. Tras el “no es usted decente” del candidato del PSOE al presidente, la estrategia consiste en colocar el foco en los trapos sucios del PP, en segundo plano en los últimos tiempos tras una legislatura marcada por ellos.

Reforzado cuando más lo necesitaba, Sánchez, que tiene un largo historial de crecimiento ante las dificultades, continúa con su frenética actividad habitual. Varios actos, varias entrevistas al día. Este miércoles tuvo tres mítines: en Alicante, Elche y Murcia. En el primero de ellos, ante pocos cientos de simpatizantes en un mercado, el candidato mordió desde el primer momento, deteniéndose en los dirigentes conservadores asociados a los escándalos. “La A de Arístegui. La B de Bárcenas. La C de Camps. La E de Esperanza Aguirre. La G de Granados. La F de Francisco Correa. ¡No hay letras en el abecedario para definir la corrupción del PP!”, argumentó.

“Le dijiste a Rajoy lo que muchos le queríamos decir”, había señalado poco antes el alcalde alicantino, Gabriel Echávarri. Frente a las acusaciones de que Sánchez hizo un ejercicio de “macarrismo político” en el debate, según la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, Echávarri entonó el “todos somos macarras”. También el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. “Es muy fácil: el domingo, continúa Rajoy o Pedro es presidente. ¿Qué queréis, a Rajoy o a Pedro? ¿La decencia o la indecencia?”, preguntó a un público entregado.

EL BÁLSAMO

Tanto si el PSOE logra un resultado digno que le permita intentar formar gobierno (la primera posición se vislumbra difícil, reconocen en la cúpula del PSOE) como si no, el debate de Sánchez con Rajoy ha supuesto un bálsamo para los socialistas. Señalan los colaboradores del secretario general que el cara a cara ha permitido subrayar que solo él puede echar al PP del poder, algo que Sánchez se encarga de trasladar en cada mitin. “Si la mayoría quiere cambiar, no dividamos a la mayoría. Por eso pido el voto para el PSOE. Podemos pide el voto para ganar al PSOE. Ciudadanos pide el voto para ganar el PP. Nosotros pedimos el voto para derogar la reforma laboral y recuperar el Estado del bienestar”, dijo en Murcia. “Yo le dije a Rajoy lo que millones de españoles piensan. Se han enfadado conmigo por decir lo que piensan los españoles”, continuó.

Todo gira en torno a la corrupción del PP. Incluso los problemas técnicos. Hubo un momento durante el acto en el mercado de Alicante, cuando Sánchez insistía en que Rajoy no es “libre” sino “prisionero de los papeles de Bárcenas”, en el que los altavoces dejaron de funcionar. El público se quejó. El aspirante recordó la frase de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la que señalaba que su partido había aplicado un “despido en diferido” al extesorero. “Son los problemas del directo, querida Cospedal”, dijo Sánchez sobre el fallo en el sonido. “Nosotros no hacemos las cosas en diferido”.