COMITÉ FEDERAL DE LOS SOCIALISTAS

Sánchez recibe el apoyo del PSOE a la moción pero sin pacto con ERC y PDECat

Pedro Sánchez, en el Comité Federal del PSOE

Pedro Sánchez, en el Comité Federal del PSOE / periodico

Juan Ruiz Sierra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pedro Sánchez ya tiene el visto bueno del PSOE para la moción de censura contra Mariano Rajoy, que se debatirá y votará entre el jueves y el viernes de esta semana. El líder socialista reunió este lunes al comité federal, máximo órgano del partido, y despachó la cita con un breve discurso de apenas 20 minutos. No aclaró nada sobre las medidas que tomará si logra alcanzar la Moncloa ni concretó cuándo piensa celebrar elecciones. Pero nadie se lo pidió. Tampoco los dirigentes territoriales más críticos con Sánchez, como Susana Díaz, que se limitaron a trasladarle su respaldo con una línea roja: no negociar con los partidos independentistas catalanes.

El secretario general, anticipándose, dejó claro en su intervención en abierto que garantizará "el orden constitucional y la convivencia". Su enfoque para que triunfe la moción de censura no tiene que ver con su programa, ni con sus virtudes ni con su calendario. Todo está centrado en Rajoy y la necesidad de poner "punto final" a su mandato después de que los magistrados de la Audiencia Nacional concluyeran que el PP tejió un "auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional" en la 'trama Gürtel'. La dirección del PSOE duda de que la iniciativa vaya a tener éxito, pero sostiene que pase lo que pase, Sánchez saldrá ganando: como nuevo presidente o como principal azote de Rajoy.  

"La democracia no se puede ver encadenada a un Gobierno que está bunkerizado, que se niega a reconocer que su tiempo político acabó. La pregunta que se tienen que hacer los 350 diputados es muy sencilla: ¿Rajoy puede seguir siendo presidente del Gobierno? ¿Sí o no? A aquellos que consideren que es inaceptable les tendemos la mano para abrir una nueva etapa con un Gobierno que va a tener una hoja de ruta clara: censura, estabilidad y elecciones", dijo Sánchez.

Los dos caminos

Con el apoyo de los 71 diputados de Unidos Podemos y sus confluencias ya casi seguro (pese a que el partido morado anunció una consulta entre la militancia), el líder socialista tiene dos caminos para llegar a la Moncloa. El primero es el menos espinoso: pasa por granjearse los 32 votos de Ciudadanos, a cambio de pactar una fecha electoral cercana en el tiempo, algo que beneficia a Albert Rivera, que aparece en primer lugar en casi todas las encuestas. Pero los naranjas insisten en su 'no' a Sánchez, así que la dirección del PSOE también prepara una segunda vía: sumar al PNV (5 escaños), pese a que los nacionalistas vascos aprobaron los Presupuestos de Rajoy la semana pasada, a ERC (9) y al PDECat (8).

Los colaboradores de Sánchez no tienen nada claro que vaya a prosperar su moción gracias a alguna de estas combinaciones, pero la de los partidos catalanes suscita muchos temores en los líderes territoriales. Una buena parte de ellos, sobre todo los presidentes autonómicos, siguen mirando al secretario general con suspicacia, pero respaldan al candidato en la moción de censura. Díaz, que se enfrentó al secretario general en las primarias de hace un año, reclamó que no hubiera "concesiones" a los independentistas. Hubo más voces en este sentido.

"Crispación y ruido"

Desde el PSC, su primer secretario, Miquel Iceta, recibió un cerrado aplauso, según fuentes presentes en la reunión, al cargar contra el PP. "Solo los muy deshonestos pueden atribuir a Sánchez cualquier interés en esta moción de hacer un pacto encubierto con los independentistas. Hacía tiempo que no veía tanta bajeza moral", dijo el líder de los socialistas catalanes.

El propio secretario general se había referido antes a este discurso de los conservadores. "El PP, siempre que se siente acorralado, acude a su manual de tópicos, acusaciones y descalificaciones. Os pido que no entremos en ellas, que no contribuyamos a la crispación. Pretenden generar ruido para que no se hable de lo importante", señaló.

Nada dijo Sánchez sobre su acción de gobierno, pese a que hubo dirigentes, como José Martínez Olmos, exsecretario General de Sanidad, que le pidieron que aprovechase esta oportunidad para tomar medidas sobre asuntos como la pobreza infantil, las pensiones y el salario mínimo. El candidato se reserva para su cita en el Congreso.