CONVULSIÓN TRAS LAS ELECCIONES ANDALUZAS

Díez adelanta el congreso de UPD y gana tiempo hasta mayo

Rosa Díez, antes de la reunión del consejo político de UPD, ayer.

Rosa Díez, antes de la reunión del consejo político de UPD, ayer.

JOSE RICO / BARCELONA

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Una semana después de perder, según sus propias palabras, solo una «batalla» en las urnas andaluzasRosa Díez ganó ayer otra dentro de su partido, lo que le permitirá seguir como dueña y señora de UPD al menos hasta las elecciones de mayo, y ahuyentar cara a esos comicios autonómicos y municipales la posibilidad de un pacto con Ciudadanos. Para ganar ese tiempo, tuvo que hacer una leve concesión a medio camino entre sus pretensiones iniciales y las exigencias de los díscolos: adelantar el congreso del partido a después de esa cita con las urnas. Pero hasta entonces, la dirección y la estrategia de UPD seguirán siendo las mismas, ya que la líder salió victoriosa (82 votos a favor, 32 en contra y dos abstenciones) de la moción de confianza que había organizado a través de su consejo político, un órgano claramente decantado a su favor pero que ayer vivió su jornada más convulsa.

Consciente de que tenía sobrados apoyos en el consejo político para seguir adelante, Díez advirtió el lunes, horas después de perder en Andalucía el primer pulso electoral con Ciudadanos, de que solo se marcharía si sus tesis resultaban derrotadas en la reunión de ayer. Durante unas siete horas, la 'lideresa' escuchó peticiones de dimisión, como las que explicitaron el diputado y candidato a la Generalitat Valenciana Toni Cantó, y el portavoz en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco. Cantó llegó a acusar a Díez de haber engañado a la militancia al «simular» una negociación con el partido de Albert Rivera pese a tener decidido de antemano que no habría ningún acuerdo.

En su intervención, Díez se revolvió contra los díscolos echando mano de su habitual sorna: «Algunos de los que me quieren matar me harían un funeral de lujo». Por su cabeza pasaban probablemente en ese instante los diputados CantóIrene Lozano y Álvaro Anchuelo, que en la última semana han reclamado la dimisión de la portavoz. ¿Autocrítica? Díez reconoció «numerosos errores de táctica política y de táctica de comunicación», pero a renglón seguido descartó asumir responsabilidades por esos errores: «Estoy dispuesta a resistir todo lo que haga falta». Como fieles escuderos, el nuevo portavoz adjunto, Andrés Herzog, y el diputado Carlos Martínez Gorriarán salieron en defensa de Díez con sendas intervenciones que subrayaron que UPD «está muy vivo».

No obstante, las nefastas expectativas electorales cara al 24-M y el choque dialéctico de ayer hizo temer al núcleo duro una desbandada de dirigentes y cargos a menos de dos meses de las elecciones. De ahí que la líder optase por enmendar su plan inicial de convocar una conferencia política pasado el 24-M y adquiriese el compromiso verbal de celebrar un congreso. La diferencia es que un congreso implica renovar la dirección, y una conferencia solo reformula la estrategia política. Pero al aplazar el cónclave hasta después de la cita con las urnas, la cúpula no deja margen para reconsiderar hipotéticos pactos preelectorales con Ciudadanos.

CANDIDATURA EN EL AIRE

Así pues, en cierto modo, Díez ha dejado su futuro en UPD en manos de los electores, ya que del resultado de los comicios de mayo dependerá que siga al frente del partido y, por lo tanto, que sea la candidata a la Moncloa en las elecciones generales de otoño. El pasado lunes lo daba por seguro. Ayer, al término del consejo político, se aferró a la cautela y no aclaró ni siquiera si su objetivo es concurrir a la reelección como líder. Los críticos, que asumieron una derrota que no se esperaban que fuese tan abultada, también evitaron dar pistas sobre qué harán a partir de ahora.