El Rey pide un futuro basado "en el respeto a las leyes"

PILAR SANTOS / Madrid

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Después del discurso deNavidaddel año pasado, en el que decía que “la justicia es igual para todos” en referencia aIñaki Urdangarin, y la carta contra las ansiasindependentistasque escribió en septiembre, sus alocuciones se escudriñan buscando mensajes entre líneas. En este caso, en el mensaje de Navidad de este año, elMonarca, con un ejemplar de laConstituciónsobre la mesa de su despacho, ha pedido “respeto a las leyes y a los cauces democráticos”, pocos días después de que el nuevo president deCatalunya,Artur Mas, haya decidido que la consulta soberanista se celebrará en el 2014.

Sin mencionar a Catalunya directamente, eljefe del Estadopide a todos los políticos que miren “hacia adelante” y hagan lo posible “por cerrar las heridas abiertas”.El Reyrecuerda “el respeto mutuo y la lealtad recíproca”, unos valores que a su juicio hace tres décadas contribuyeron a poner en pie “un nuevo marco de convivencia, el reconocimiento de nuestra pluralidad y el amparo de las diferentes lenguas, culturas e instituciones de España”.

El jefe del Estado ha pedido a los políticos, del Gobierno y de la oposición, que fijen su atención "en el interés general" y superen las tentaciones de "provocar el enfrentamiento" para acometer la salida de la crisis. "Quiero reivindicar la política grande", ha añadido. “[Esa política grande] es la única que tiene la capacidad de reafirmar la confianza en nuestra gran nación, abrir nuevas puertas a la esperanza y materializar ese anhelo de superación que está reclamando nuestra sociedad”, ha destacado.

RECUPERAR LA CONFIANZA

La alocución del Rey ha estado centrada principalmente en la crisis económica, “uno de los momentos más difíciles de la reciente historia de España”, y en las consecuencias en las familias y los jóvenes, en los que piensa “especialmente”.Juan Carlosasegura que para que la economía vuelva a crecer hay que reducir el déficit, pero también, a la vez, “hay que generar estímulos para la creación de riqueza”. Aunque, ha añadido a renglón seguido, que el mejor estímulo “se llama confianza”.

CAMBIOS EN LA ESCENOGRAFÍA

El jefe del Estado no ha hecho ninguna referencia al caso Urdangarin, que ya se mereció unas líneas de su mensaje del año pasado, pero sí ha asumido el “desapego hacia las instituciones” de los españoles, en la que se incluye, sin mencionarla, la monarquía, que con el escándalo del marido de la infantaCristinay la cacería enBotswanaha pasado uno de sus peores años.

Este año, la Zarzuela ha variado mínimamente la escenografía para darle algo más de dinamismo. El Monarca aparece de pie, apoyado sobre su mesa de trabajo, en la que, además de la Constitución, también hay varias carpetas de trabajo y revistas. En las estanterías, se han podido ver varias fotos de Felipe y de sus hermanas, estas últimas en imágenes individuales, una manera cómoda de dejar fuera a Urdangarin.