EL DÍA DE LA HISPANIDAD

Confidencias bajo la lluvia

Las conversaciones entre socialistas y populares en el desfile se miraron con lupa

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, junto a los presidentes de Asturias y Cantabria, Javier Fernández y Miguel Ángel Revilla

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, junto a los presidentes de Asturias y Cantabria, Javier Fernández y Miguel Ángel Revilla / periodico

GEMMA ROBLES / PILAR SANTOS / MADRID

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No fallaron los pronósticos el 12-0 y la lluvia estuvo tan presente en los fastos del Día de la Hispanidad Día de la Hispanidadcomo la previsible investidura de Mariano Rajoy en cuestión de días o la delicada crisis interna del PSOE. Eso permitió que la atención de fotógrafos, cámaras y curiosos pudiera esta vez pasar de los militares, la familia real o las autoridades al colorido de los paraguas o las confidencias que se hacían al resguardo de estos. Aunque era difícil competir con la expectación levantada por el rudimentario chubasquero que sacó de uno de sus bolsillos el siempre polifacético presidente de CantabriaMiguel Ángel Revilla, el mismo que horas más tarde, tras haber compartido bancada y saludos con miembros del Ejecutivo (en funciones) y chascarrillos y comentarios diversos con otros responsables autonómicos proclamó ante la prensa: "Hoy [por este miércoles] he visto amor. Aquí había amor". Se refería de este modo al clima que había percibido, según dijo, entre los barones socialistas presenten en los actos oficiales y los ministros y dirigentes populares.

Hubiera o no amor, hubo cercanía, al menos física. Basta con contemplar la estampa de los dos 'hernandos', Rafael (del PP) y Antonio (del PSOE) pegados el uno al otro, aguantando el frío, el chaparrón y el desfile militar compartiendo paraguas y también risas en medio de una amena, o eso parecía, conversación. La relación entre ambos portavoces parlamentarios ha sido siempre buena --según reconocen ambos--, pero inevitablemente su indisimulada complicidad llama más la atención en vísperas de una posible sesión de investidura, el último intento de esta legislatura, si como coinciden en subrayar ahora populares y socialistas se busca evitar terceras elecciones.    

Precisamente Antonio Hernando, en alguno de los corrillos que compartió con la prensa en esta jornada festiva, tuvo que hacer frente a la pregunta de cómo pensaba hacer compatible haber sido uno de los hombres fuertes de Pedro Sánchez --defensor a ultranza del 'no es no' a Rajoy y ya dimitido-- con la renovación como jefe de un grupo parlamentario que, si el comité federal así se lo indica, deberá virar hacia la abstención. Hernando admitió que será "complicado" explicarse ante el partido y ante la militancia, pero se mostró optimista augurando que encontrará el modo de hacerlo "muy bien".

LAS REDES SOCIALES

Sánchez fue de algún modo protagonista de este ya mencionado encuentro y de otras docenas de ellos que este miércoles se celebraron en el Palacio Real entre los políticos y los periodistas invitados. Sin duda la palma se la llevó el que ofreció el manchego Emiliano García-Page, que acusó al exlíder socialista de haber intentado perpetrar un acuerdo secreto con independentistas y, de paso, vaticinó que en breve le van a llegar "noticias peligrosas". Sin palabras dejó a sus interlocutores. Y eso que supuestamente se ganan la vida con ellas.

Mientras, el hasta hace unas semanas jefe de Page reaparecía en las redes sociales. "Celebramos este #12Oct apelando al diálogo y al entendimiento para construir país. En ese empeño trabajaremos siempre los socialistas", afirmaba Sánchez en un tuit. También por esta vía asomaba Pablo Iglesias para referirse a lo que estaba ocurriendo en los actos dedicados al 12-O, a los que él decidió no asistir. "Pocas imágenes representan mejor lo que queremos cambiar. Rajoy, Díaz, Rivera, Hernando, Guindos… Turnismo por abstención, lo han llamado", espetó el líder de Podemos en 140 caracteres.