El PSOE asume que el vínculo con el PSC se resentirá gane quien gane las primarias

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, este viernes en Oviedo.

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, este viernes en Oviedo. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Las primarias del PSC llegan en uno de los peores momentos de su relación con el PSOE, que asume que gane quien gane este sábado, Miquel Iceta o Núria Parlón, este vínculo se resentirá aún más. Los lazos entre los dos partidos hermanos han estado sometidos a una enorme tensión en los últimos años debido al debate territorial, pero ahora también se han colado otros dos asuntos que contribuyen a elevar el mutuo malestar. Ambos están íntimamente relacionados.

Por un lado, el PSC, que no es una federación del PSOE sino una organización distinta, fue uno de los principales apoyos con los que contó el dimitido Pedro Sánchez en su lucha con los principales barones. Todos los socialistas catalanes que votaron en el traumático comité federal del pasado 1 de octubre, que acabó con la marcha del secretario general, lo hicieron a favor de su propuesta de celebrar un congreso cuanto antes. Por otro, los socialistas catalanes han sido quienes más han apostado por no abstenerse en ningún caso en la futura investidura de Mariano Rajoy, y tanto Iceta como Parlon han anunciado que los siete diputados del PSC votarán en contra del líder del PP decida lo que decida el PSOE.

Aun así, en la gestora que pilota a los socialistas tras la ruidosa marcha de Sánchez se diferencia entre ambos candidatos. No deja de resultar paradójico que entre los críticos con el exlíder se veía hasta hace una semanas con mejores ojos a Parlon que a Iceta, porque el segundo se había significado más en su apoyo a Sánchez, pero ahora que este se ha marchado, ocurre lo contrario. Es Iceta quien inspira más tranquilidad dentro del PSOE debido a su veteranía.

“Parlon es una incógnita, pero con Iceta hay mucha más conversación anterior. Ya ha demostrado que puede bailar cualquier baile”, señala un importante dirigente, en referencia tanto a la afición del primer secretario del PSC por la danza desacomplejada (con música de Queen, a ser posible) como a su capacidad para adaptarse a los cambiantes compases de la política. Aun así, este alto cargo argumenta que en un momento tan complicado para los socialistas catalanes, cuya decadencia es más acusada y larga que la del PSOE, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet aporta una dosis de renovación que su partido necesita. “Para los intereses del PSOE, es mejor Iceta. Para los del PSC, Parlon”, señala.

La tesis es compartida por otros dirigentes, pero ninguna ve diferencias entre los dos candidatos sobre el más acuciante punto de fricción entre ambos partidos: la investidura de Rajoy. El PSOE aún no ha decidido qué hará, pero se encuentra más cerca que nunca de la abstención como forma de evitar unas terceras elecciones en las que los socialistas anticipan que ellos perderían terreno y el PP saldría reforzado. La incógnita se despejará en el próximo comité federal, que tiene en el 23 de octubre su fecha más probable, y en la actual cúpula del partido se da por hecho que los siete parlamentarios del PSC votarán en contra, decida lo que decida el organismo.

LOS PRECEDENTES

Si el PSOE acaba apostando por la abstención y el PSC no, como parece probable, los socialistas catalanes romperían por tercera vez en los últimos años la disciplina de voto en el grupo parlamentario. Las otras dos fueron a cuenta del derecho a decidir, pero ahora el PSC se saltaría también un acuerdo tomado en el seno del comité federal, donde cuenta con una veintena de miembros.

No hay unanimidad en el PSOE sobre cómo reaccionar si se da este supuesto. Un dirigente aboga por evitar que la sangre llegue al río. “Lo que yo haría sería preguntarles al inicio del comité federal: ‘¿Vais a aceptar lo que decida la mayoría sí o no? Porque si no lo vais a aceptar no tiene sentido que votéis. No puede ser que el organismo solo os represente cuando os conviene’. Pero si al final se aprueba abstención y el PSC no lo asume, no iría más allá de la preceptiva multa a sus diputados. Todos saldríamos perdiendo con soluciones drásticas”, explica.

Un líder territorial, en cambio, no descarta romper los puentes si se diera la desobediencia. “Ya está bien de que los socialistas catalanes vayan por libre. Todos cambiamos nuestro discurso territorial en el 2013, apostando por el federalismo, para darles un balón de oxígeno. No sé si les ayudó mucho en términos electorales, pero a nosotros nos hizo daño. Y ahora dicen que no piensan votar lo que decida la mayoría”, señala, abriendo la puerta al divorcio entre ambas organizaciones y la recuperación de la federación catalana del PSOE.

La amenaza ha sobrevolado las relaciones entre las dos organizaciones en los últimos tiempos, sin llegar a concretarse, pero tampoco había hasta ahora precedentes de una forzada salida del liderazgo como la protagonizada por Sánchez.