LAS NEGOCIACIONES PARA LAS CUENTAS PÚBLICAS

La CUP defiende que su reforma fiscal aportaría más de 500 millones

Benet Salellas y Eulàlia Reguant

Benet Salellas y Eulàlia Reguant / periodico

XABI BARRENA / ROGER PASCUAL / BARCELONA

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La modificación de los tres impuestos cedidos que tiene la Generalitat, renta (IRPF), patrimonio y sucesiones, aportaría más de 500 nuevos millones a las arcas de la Generalitat, según ha detallado este martes la CUP. El grueso de la nueva aportación provendría del retorno de las condiciones del impuesto de sucesiones a los niveles a los que lo dejó el tripartito, en el 2010, antes de la modificación propiciada por la CUP. Ello supondría unos 400 millones anuales, a los que hay que sumar 100 del IRPF y patrimonio. De este último impuesto se ha adoptado el escalado aprobado por el Gobierno de la Comunidad Valenciana.

Así, en sucesiones, la CUP propone que el mínimo exento se sitúe en los 275.000 euros. Además, los anticapitalistas proponen la creación de ocho nuevos impuestos ambientales, para los que no hay un estudio de impacto y recaudación.

"Para hacer una tortilla hay que romper huevos, también en los presupuestos", ha afirmado la diputada Eulàlia Reguant, parafraseando al concejal de su fuerza en Vic Joan Coma en la intervención que le llevó ante la Audiencia Nacional. Reguant ha exigido, así, mayor implicación del Govern, bien del 'president' Carles Puigdemont o del vicepresidente, Oriol Junqueras.

ESTUDIO EN EL GOVERN

La propuesta fue estudiada, por encima, en la propia reunión semanal del Govern. En el cónclave se levantaron varias voces vehementemente contrarias a "ceder más " ante la CUP (tras el paso al lado de Artur Mas), incluso si el tope mínimo para subir los impuestos era de 90.000 euros. Cabe recordar que ERC ha afirmado que si la CUP y el PDECat llegan a un acuerdo sobre fiscalidad, los republicanos los suscribirían.

Luego, en la rueda de prensa, la portavoz del Govern, Neus Munté, se ha mostrado convencida de que los anticapitalistas no volverán a torpedear las cuentas. "Estamos convencidos de que todo el mundo será responsable", ha explicado Munté. Pese a no concretar si hay o no margen para elevar la presión fiscal, Munté ha asegurado que el Govern está "abierto a negociar, por descontado", ya que Junts pel Sí "no tiene mayoría absoluta".

La que también quiso intervenir en el debate presupuestario fue la alcaldesa de BarcelonaAda Colau, quien ha presentado a todos los grupos y al 'president' sus propias enmiendas. En ellas, Colau defiende sus posiciones en medidas fiscales, la creación de bebidas azucaradas y el impuesto sobre grandes establimientos comerciales, entre otros.