El PP ve "asumibles" casi todas las condiciones que pone Rivera

Rajoy y Rivera, al inicio de la reunión que mantuvieron el pasado 3 de agosto en el Congreso.

Rajoy y Rivera, al inicio de la reunión que mantuvieron el pasado 3 de agosto en el Congreso. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / GEMMA ROBLES / MADRID

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El PP quiso ser prudente este martes ante el nuevo giro en la actitud negociadora de Albert Rivera. Los conservadores reconocieron que el ‘sí’ de Ciudadanos está ahora más cerca, que el paso dado supone un “avance”, pero se remitieron a la respuesta que dará Mariano Rajoy el miércoles, cuando se reunirá en el Congreso con el líder del partido naranja. “Casi todas las condiciones son asumibles”, señalaron fuentes de la dirección popular, sin concretar cuáles de las medidas reclamadas por Rivera podrían ser abrazadas sin mayores complicaciones. El primer documento negociador que el PP envió a los partidos tras el 26-J, sin embargo, da algunas pistas: allí ya se alude a varias de las iniciativas que enarbola Ciudadanos, como la restricción de los indultos, la limitación de los aforamientos y los cambios en la ley electoral.

Aun así, la decisión la tomará Rajoy, y todos los interlocutores avisaron de que será él quien dé una respuesta. Tras su nuevo encuentro con Rivera, el presidente en funciones reunirá al comité de dirección del PP, donde se abordarán a fondo las condiciones de Ciudadanos. 

LA HIPOTÉTICA ABSTENCIÓN SOCIALISTA

El nuevo acercamiento entre ambos dirigentes, en cualquier caso, coloca más presión sobre el PSOE, un partido dividido sobre qué posición tomar en el debate de investidura del líder del PP. Son pocos, aunque muy señalados, los socialistas que han abogado en público por facilitar su reelección (Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, entre otros), pero en privado las voces que reclaman ese paso son abundantes y van a más al no ver otra salida que evite unas terceras elecciones. Si Ciudadanos acaba apoyando a Rajoy, como parece probable a tenor de las palabras de Rivera este martes, podría convocarse un nuevo comité federal, máximo órgano socialista, en el que se reconsiderarse el rotundo rechazo de Pedro Sánchez al PP para acabar abrazando una abstención con o sin contrapartidas. Pero mientras Rivera no dé el ‘sí’ a los conservadores, el PSOE no piensa moverse.   

La dirección socialista no se sintió concernida por el movimiento del líder naranja. “Es una negociación legítima que nada tiene que ver con el PSOE –señalaron en el entorno de Sánchez-. Entre las seis medidas irrenunciables de Rivera hay algunas de interés partidista, como la reforma electoral, y ninguna de contenido social. También llama la atención que exija que no haya imputados ni en el Gobierno ni en el Congreso cuando Rivera ya está negociando con un partido imputado. La regeneración no es una exigencia creíble”.

EL “LAVADO DE CARA”

Podemos fue más contundente en sus críticas a Rivera. “Confirmado: Ciudadanos se ofrece a lavarle la cara al partido más corrupto de Europa. Ahora Rajoy solo tiene que coger el jabón y la toalla”, escribió su secretario de Organización, Pablo Echenique. “Rivera sigue las instrucciones de las élites y dará el ‘sí’ a Rajoy, pero los números no les dan. Sigue siendo posible una alternativa”, argumentó el líder del partido morado, Pablo Iglesias, incidiendo en un hipotético Ejecutivo con el PSOE que él mismo ha descartado y que Sánchez tampoco contempla por el momento.

La lectura de ERC fue similar. “Hemos visto a Rivera haciendo de lo que siempre ha sido: la marca blanca del PP. Ha demostrado una vez más que su ideología es el poder”, señaló el portavoz parlamentario de los republicanos, Gabriel Rufián.