Rajoy prepara una negociación exprés con C's que presione a Pedro Sánchez

Rajoy y Rivera se saludan al inicio de su reunión, este miércoles en el Congreso.

Rajoy y Rivera se saludan al inicio de su reunión, este miércoles en el Congreso. / periodico

GEMMA ROBLES / JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Los populares no podían disimular este miércoles su satisfacción. Dan por hecho que tras el nuevo cambio de rumbo de Albert Rivera se va a abrir paso en las próximas semanas unas negociación breve con los naranjas que servirá, como buscan de hecho el PP y C’s, para presionar por tierra, mar y aire a un PSOE que por ahora sigue sin darse por aludido en este baile de investidura. 

El aspirante Mariano Rajoy aprovechó su comparecencia ante la prensa tras reunirse con Rivera este miércoles para alabar el viraje de su interlocutor, que abre la puerta a un ‘sí’ que le situaría en 169 diputados, aún falto de siete para la mayoría absoluta o sin garantías de reunir más votos a favor que en contra en el Parlamento. Por eso añadió que le seguirá haciendo falta al final del camino la complicidad de los socialistas –dado que descarta al PNV y a los independentistas- avisando de que, si no dan su brazo a torcer, habrá terceras generales.

«De momento yo estoy hablando con el señor Rivera, quien me ha planteado un documento que llevaré el próximo miércoles al Comité Ejecutivo de mi partido y hemos quedado en que volveremos a vernos pronto. El objetivo es formar gobierno cuanto antes. Yo trataré de sumar al PSOE en los grandes temas, empezando por el desbloquear la legislatura. Porque hay que advertir de que si el señor Pedro Sánchez se mantiene en el ‘no’, volveremos a elecciones», enfatizó Rajoy.

UNA DECISIÓN COLEGIADA

El líder popular ha convocado ya a su ejecutiva para el 17 de agosto. Será este órgano el que vote si acepta o no la seis medidas sobre regeneración democrática que impone Rivera como condición para sentarse a negociar formalmente una investidura. Hasta ese día, Rajoy estará veraneando con su familia en Galicia, mientras que una parte de su equipo elabora un informe jurídico que él ha reclamado para conocer más detalladamente las posibles consecuencias y desarrollo que tendría terminar con los aforamientos (que necesita de una reforma Constitucional); limitar a dos los mandatos presidenciales; obligar a que los políticos procesados tengan que abandonar sus responsabilidades; acabar con los indultos por corrupción; impulsar una nueva ley electoral con listas abiertas, más proporcionalidad y el fin de voto rogado, y la apertura de una comisión de investigación sobre la supuesta financiación ilegal del PP. 

Las normas internas del PP permiten a su presidente tomar por sí mismo una decisión sobre el primer documento negociador de Rivera. Puede consultar, según los estatutos, con su comité ejecutivo pero no se le obliga a buscar su aval. Aún así, esta vez ha querido hacerlo. Es probable que le haya ayudado a tomar ese camino el hecho de que esté incluida en la media docena de propuestas naranjas la apertura de una investigación parlamentaria sobre el propio partido, por la que inevitablemente tendrían que pasar muchas de las figuras populares más relevantes del pasado y el presente a dar explicaciones. Sin descartar a Rajoy. La propuesta es polémica (al igual que las de terminar con los aforamientos y apartar a los imputados) y parece que el líder prefiere esta vez una decisión colegiada.  

PACTO CON PSOE

Después de esa ejecutiva, el presidente en funciones y Rivera quedaron en volver a reunirse y poner una fecha al primer intento de investidura. Si no hay sobresaltos, se pondría en marcha ya una negociación que incluiría el estudio de iniciativas que afectarían al área laboral, los autónomos, la conciliación de la vida familiar y laboral y la reforma de instituciones como el Senado y las diputaciones, según relató el jefe de los naranjas.

Bastante satisfecho, por cierto, con la aptitud que ve ahora en un PP que tanto ha criticado, hasta el punto de asegurar ahora que «parece que se toman en serio el pacto contra la corrupción». Y optimista sobre las posibilidades de que el PSOE termine apoyando algunas de las medidas que él acordará con Rajoy basadas, dijo, en el pacto que en la legislatura fallida él mismo suscribió con Pedro Sánchez.