Cita con las urnas en Andalucía

Rajoy aprovecha el pique con Syriza para reprender a Podemos

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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Lascríticas de Syriza sobre el papel adoptado por España y Portugal SyrizaEspañaPortugalpara evitar la consolidación del programa político griego, una opción que ambos países leen con temor en clave interna tras el auge de fuerzas similares, hallaron ayer una dura réplica en el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aunque en su mente parecía tener más en ese instante al líder de PodemosPablo Iglesias, que al primer ministro heleno, Alexis Tsipras. «No somos responsables de la frustración generada por la izquierda radical griega, que prometió lo que no podía cumplir, como ha quedado demostrado», proclamó Rajoy.

Las palabras de Tsipras en las que acusó a los gobiernos conservadores de España y Portugal de frustrar su programa político en la última negociación de la UE para evitar un efecto contagio encendieron los ánimos del líder del PP, quien recordó que España «ha sido y seguirá siendo» solidario con el pueblo griego, al que, entre préstamos y avales, se han destinado más de 26.000 millones de euros «en unos momentos de extrema dificultad económica para nuestro país». «Somos solidarios porque creemos en una Europa solidaria y estamos dispuestos a ayudar a todos aquellos que forman proyecto común que es la UE», zanjó.

La solidaridad, no obstante, matizó Rajoy, requiere también seriedad. «Queremos que todos cumplan, como hacemos nosotros, sus obligaciones y compromisos, porque sin cumplir es imposible construir ningún proyecto político y, por tanto, tampoco la UE», aseveró antes de advertir contra los ataques que no conducen a ningún puerto: «Buscarse un enemigo fuera es un truco que ya hemos visto muchas veces a lo largo de la historia, pero eso no resuelve los problemas, sino que los agrava».

El temor a los paralelismos entre Syriza y Podemos ha quedado en evidencia pasadas las elecciones griegas. Desde entonces, intervención tras intervención, Rajoy insiste en presentarse como la única opción útil y seria para continuar por la senda de la recuperación. Pero los últimos sondeos no solo alertan del ascenso de Podemos, sino que en Andalucía -primera etapa de la carrera electoral del 2015- incluso vaticinan una sangría de votos del PP hacia Ciudadanos, a quien hasta ahora había consigna de menospreciar entre las filas conservadoras.

PREDICAR Y DAR TRIGO

Por eso ayer, en Sevilla, y pese a estar aún reciente el acalorado debate sobre el estado de la nación de la pasada semana, el jefe del Ejecutivo obvió al PSOE como rival político y centró sus ataques en las marcas de nuevo cuño. «Todo el mundo promete, en Grecia y también aquí, pero una cosa es predicar y otra es dar trigo. Y una cosa es prometer y criticar al Gobierno y otra coger un Gobierno en la ruina, al borde de la quiebra y a punto del rescate y sacarlo adelante. Eso no es tan fácil», concluyó. La «única forma» de resolver los problemas, insistió, es «ser serio, decir la verdad de las cosas y no prometer lo que sabes que no puedes cumplir porque no depende de ti».

El presidente defendió entonces que en estos tres años las reformas emprendidas han comenzado a dar resultados, y no solo insistió en que entre el pasado año y este se crearán un millón de empleos en España, sino que incluso aseguró que el objetivo de crear tres millones de empleos -para alcanzar los niveles de 20 millones de trabajadores en el país- a finales de la próxima legislatura «ya no es irrealizable».

Ese horizonte, claro está, no llegará así como así, apuntó, porque «no es lo mismo hacer unas políticas que otras». Y ahí el líder del PP cargó de nuevo contra los «experimentos»: «Hablar es muy fácil, e inventarse un partido en media hora es fácil, pero luego la vida es dura. Hay que saber gobernar. No es igual hablar en un pabellón de deportes que ir al Consejo Europeo». Y recordó la receta para gobernar: «Requiere muchas horas, empuje, negociación, dedicación total y absoluta, pero se pueden hacer cosas con cierto sentido común si se fijan claramente los objetivos». El PP insiste en que los datos económicos le avalan. También la gestión de los municipios donde gobiernan y donde el próximo mayo se someterá a la reválida. «Un partido como el nuestro no es cosa de un señor», dijo en clara alusión, en esta ocasión, a Albert Rivera y a Ciudadanos.

ANDALUCÍA SE RESISTE

El Gobierno andaluz es de los pocos que se le resisten al PP, pese a ser la lista más votada en las últimas elecciones. Por eso, y a poco menos de un mes de la cita con las urnas, Rajoy destacó la importancia de que la región se suba al carro de las reformas del PP y por primera vez se produzca un cambio político, «porque siempre han ganado los mismos».

«Las reformas se hacen en los gobiernos, en 30 años no hicieron nada los socialistas andaluces», censuró el presidente, acusándoles de «estar sesteando» y tener que devolver fondos para el fomento del empleo porque han sido incapaces de gastarlos, «algo increíble» en la comunidad con mayor tasa de paro.

Recordó entonces el líder del PP que el PSOE destruyó tres millones de empleos en la anterior legislatura. «Quienes nos llevaron a la quiebra siguen dando lecciones», afeó, instando a los socialistas a que den recetas cuando «gobiernen y consigan resultados».