Análisis

Rajoy en el ala oeste

Rajoy, ayer, en el cementerio de Arlington.

Rajoy, ayer, en el cementerio de Arlington.

PERE VILANOVA

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Así pues, al final Barack Obama se ciñó al guión, y Mariano Rajoy no tanto. Llama la atención que la delegación española dejase fuera de la breve rueda de prensa a varios medios de comunicación, y se confirma que Rajoy tiene cierta alergia a la prensa, no solo la española, pero en Estados Unidos lo de la declaración en pantalla de plasma y a distancia  no cuela. Quizá por eso la rueda de prensa fue mini, con solo un par de preguntas y poco más. También es cierto que en este tipo de viajes la prensa que acompaña al presidente pregunta sobre todo por temas de casa porque en casa no puede preguntar.

Esta visita de Rajoy, en el caso de un país tan peculiar como España y con tantos complejos en relación con su presencia en el mundo, será valorada aquí con parámetros tan curiosos como cuánto rato le ha dedicado Obama comparado con las dos veces que recibió a Zapatero. Bueno, una y media, porque la segunda, en el 2010, fue en el contexto de una extraña ceremonia conocida como Desayuno de la Oración y no cuenta exactamente como una verdadera reunión bilateral. O si Estados Unidos ya ha perdonado a España la garrafal provocación de Zapatero (absurda del todo) de no levantarse en su día al paso de la bandera estadounidense en un acto tan protocolario como un desfile militar.

En otros países este tipo de visitas tienen un tratamiento político y mediático mucho más normal, es decir, relativamente aburrido. Aquí no. Rajoy y Obama ya se habían visto, más o menos fugazmente, en eventos multilaterales, cuando no multitudinarios (G-20, cumbre de la OTAN). Sabemos qué temas han tratado esta vez porque así lo establece la agenda pactada previamente. Por ejemplo, que Rajoy diga, y Obama ponga cara de creerle, que España está saliendo de la crisis. Ello puede tener una cierta influencia ante el Fondo Monetario Internacional, y sobre todo frente a los mercados. Era la esperanza de la delegación española.

Obama pone en valor que España es un socio importante en materia de seguridad (militar), puesto que la base de Rota va camino de convertirse en una de las más importantes que Estados Unidos tiene en suelo europeo. Tiene que ver con Africom, el instrumento operativo que este país tiene diseñado para todo lo que tenga que ver con amenazas a su seguridad... en y desde Africa. Es decir, terrorismo yihadista en suelo subsahariano y que pueda afectar a la situación en varios países del Magreb. ¿Recuerdan el asesinato del embajador norteamericano en Libia, hace unos meses? Por supuesto, en la agenda cabe también alguna mención a América Latina, a la OTAN y el vínculo transatlántico, pero más difícilmente otros temas como las escuchas ilegales de la NSA, pese a lo que ha declarado Rajoy.

¿Quieren saber cómo funcionan este tipo de encuentros? Vean El ala oeste de la Casa Blanca, gran serie de televisión y una lección magistral sobre cómo funciona la política extetrior de Estados Unidos. Si eres un socio especial de verdad, John Kerry viaja 10 veces a Israel en 10 meses. Si eres un gran problema -Irán-te prestan mucha atención y se reúnen repetidamente con China, Rusia, el Reino Unido y Alemania.  Si estás entre medio, lo importante es que te reciban un día u otro. Pero así es la diplomacia.